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CHILE: Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Francisco Silva, Jean Beausejour, Charles Aránguiz, Marcelo Díaz, Arturo Vidal, Jorge Valdivia (Min. 74, Matías Fernández), Eduardo Vargas (Min. 94, Angelo Henríquez) y Alexis Sánchez.
ARGENTINA: Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Nicolás Otamendi, Martín Demichelis Marcos Rojo, Lucas Biglia, Javier Mascherano, Javier Pastore (Min. 80, Éver Banega), Lionel Messi, Ángel di María (Min. 29, Ezequiel Lavezzi) y Sergio Agüero (Min. 73, Gonzalo Higuaín).
Penaltis: 1-0: Matías Fernández (gol); 1-1: Lionel Messi (gol); 2-1: Arturo Vidal (gol); 2-1: Gonzalo Higuaín (fuera). 3-1: Charles Aránguiz (gol); 3-1: Éver Banega (para Bravo); 4-1: Alexis Sánchez (gol).
Árbitro: El colombiano Wilmar Roldán amonestó a Francisco Silva, Gary Medel, Marcelo Díaz y Charles Aránguiz de la selección de Chile y a Marcos Rojo, Javier Mascherano y Éver Banega de Argentina.
Incidencias: Final de la Copa América disputada en el estadio Nacional de Santiago ante 45.693 espectadores.
Santiago de Chile - El año que ganó todo con el Barcelona, Lionel Messi perdió en la noche del sábado su tercera final con la selección argentina y se despidió de la Copa América con un solo gol, de penalti, y una nueva actuación deslucida. El capitán de Argentina únicamente mostró su genio en las semifinales y el resto del torneo fue intermitente, errático y estuvo muy lejos de su mejor versión, la del triplete con el Barça y la espectacular media de un gol por partido que logró durante toda la temporada con su club.
Messi ya se había quedado con la miel en los labios en la final de la Copa América de 2007 y en la del Mundial de 2014, ante Chile alargó su racha de sinsabores con la selección y se fue del Estadio Nacional de Santiago con cara de incredulidad. Peores resultados obtuvo en Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y en la pasada edición del campeonato sudamericano y sigue en deuda con la selección absoluta.
En la final contra Chile, Messi volvió a difuminarse, no consiguió zafarse del fuerte marcaje de Gary Medel y perdió muchas posesiones por retener demasiado el balón cuando pisaba las inmediaciones del área. No tiró dentro de los tres palos en todo el encuentro, tampoco tuvo demasiado tino en el pase, ni desequilibró, con algunas excepciones puntuales que, si bien es verdad, propiciaron las mejores ocasiones de Argentina. La clase del 10 solo apareció en el minuto 90, cuando lanzó un contraataque a la carrera y dio un gran pase a Lavezzi para que este centrara a Gonzalo Higuaín, quien llegó tarde por muy poco y remató por fuera de la red.
Fue de nuevo la versión más irregular de Messi, como la que se vio en los partidos de la fase de grupos, en la que tuvo altibajos ante Paraguay (2-2) y Uruguay (1-0) y tampoco hizo nada destacable contra Jamaica (1-0) en un partido que Argentina jugó andando. Su gran partido fue las semifinales contra Paraguay (6-1), un día en el que firmó tres asistencias y participó en un cuarto gol con un fantástico eslalon con el que dejó por los suelos a dos defensores rivales. Pero el gol le ha sido esquivo, solo logró uno, desde el punto de penalti, en el día del debut de Argentina contra Paraguay. En el divorcio de Messi con el gol también tuvieron mérito los porteros, como la excepcional parada que hizo el colombiano David Ospina con la que le sacó un remate de cabeza a bocajarro en los cuartos de final. El balance goleador de Messi es más discreto si cabe si se compara con sus estadísticas goleadoras en el Barcelona. En la temporada que acaba de concluir, Messi marcó 58 goles en 57 partidos y ganó la liga, la Copa y la Champions. Con la elástica albiceleste únicamente se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, pero sigue sin un título al nivel de los cuatro premios de mejor jugador del mundo que ha logrado en cuatro ocasiones (2009, 2010, 2011 y 2012).
Otra vez higuaín El lanzamiento de Alexis Sánchez le dio el triunfo a la Roja después de que Higuaín y Banega fallaran sus tiros desde los once metros. Chile se coronó en su casa frente a miles de hinchas enfervorizados y puso fin a una sequía de títulos que se alargó por casi un siglo en el torneo de selecciones más antiguo del mundo. La final fue un choque de titanes, un duelo intenso y de mucho trajín, con más músculo y fuerza que buen fútbol.
Con dos equipos acostumbrados a mimar el balón, una de las grandes dudas era ver quién se hacía con el control de la posesión, y Chile se impuso en esa faceta desde el comienzo. Argentina ejerció una presión alta para dificultar la salida del rival, pero la estrategia de Jorge Sampaoli, que atrasó a Marcelo Díaz a la posición de líbero, dio buen resultado y Chile movió el cuero con fluidez desde la zona defensiva. A falta de buen juego, Argentina se empeñó en buscar el gol en saques de esquina, sin demasiado éxito.
En la última jugada antes del fin del tiempo reglamentario, a Higuaín le faltó un palmo para marcar tras un rápido contraataque comandado por Messi y Lavezzi, pero la final se fue a la prórroga con empate a cero en el marcador. Ambos equipos acusaron el cansancio en la prórroga y prefirieron evitar errores y no correr riesgos. En la tanda de penaltis, Alexis decidió el partido con un tiro suave y elegante que le dio el triunfo a Chile después que Higuaín mandara su lanzamiento a las gradas y que Bravo atajara el de Banega.