Santiago de Chile - Lo que mal empieza... mal acaba. La semana de Edinson Cavani comenzó de la peor manera posible y se podría decir que llegó a su fin en la noche del miércoles, con la eliminación de su selección de la Copa América. Una noticia le sobrecogió el alma en la madrugada del lunes. Su padre, de nombre Luis, fue detenido en la localidad uruguaya de Salto por su implicación en un accidente entre dos vehículos en el que falleció un joven de 19 años. Su progenitor, que conducía un todoterreno en estado de embriaguez, como posteriormente arrojaría la prueba de alcholemía que se le realizó, envistió por detrás a una motocicleta, cuyo conductor sufrió graves heridas que acabaron provocándole la muerte pocas horas después. La desgraciada noticia sacudió la concentración del combinado charrúa. Sin quererlo, el delantero se convirtió en el centro de todas las miradas a solo dos días de jugarse el pase a las semifinales del campeonato suramericano.
“Que todo el mundo sepa que va a tener que jugar con ese dolor que tiene, con esa angustia que está viviendo en este momento, pero va a cumpir con su obligación, que es darle todo de sí a la gente uruguaya”, aseguró el martes su madre, Berta Gómez. El técnico, Óscar Tabárez, dejó la decisión en manos de Cavani, que hizo de tripas corazón, trató de evadirse de lo acontecido con su padre y salió al campo para enfrentarse a Chile. El delantero del París Saint-Germain, a quien se le notó algo frustrado a lo largo del encuentro, en el que su equipo fue eliminado tras caer ante los locales por la mínima, se convirtió, además, en uno de los tristes protagonistas de la noche tras su lance con el chileno Gonzalo Jara.
No perdió, eso sí, su habitual carácter dentro del terreno de juego. Presionó como siempre, peleó cada balón como si le fuera la vida en ello, pero por momentos se notó que lo sucedido con su padre le seguía rondando por la cabeza. De otra forma no se explica la forma en la que se ganó la primera de las dos cartulinas amarillas que vio en el encuentro. En el minuto 29 del choque protestó airadamente una decisión a uno de los jueces de línea y el árbitro no dudó en sancionar sus continuos reproches.
Pero lo peor estaba aún por llegar. El charrúa cayó en la tentación de Jara, que posó su mano derecha en el trasero de Cavani y trató de introducir uno de sus dedos por el recto. El gesto, a todas luces antideportivo, del chileno, encontró la respuesta deseada. El uruguayó golpeó timidamente el rostro del defensa del Mainz 05 ante la mirada del colegiado, que no tuvo más remedio que mostrarle la segunda tarjeta amarilla, lo que derivó en su expulsión. Edinson Cavani perdió entonces los papeles. Insultó en repetidas ocasiones al árbitro y se encaró con Jara, a quien pidió explicaciones por lo sucedido. Con su roja, la selección uruguaya, que hasta entonces había mostrado una férrea oposición al ataque chileno, se descompuso. El plan inicial ideado por Tabárez se vino abajo cuando Mauricio Isla, el lateral de la Juventus, superó a Fernando Muslera con un disparo desde dentro del área. El tanto fue un jarro de agua fría para los charrúas, que no levantaron cabeza en los últimos diez minutos del choque. Con la derrota en los cuartos de final de la Copa América, se despidieron de la competición. La acción de Gonzalo Jara no es nueva. En marzo de 2013, en un encuentro de clasificación para el Mundial de Brasil que midió a las mismas selecciones, el defensa realizó un gesto similar con Luis Suárez, aunque en aquella ocasión le golpeó los genitales. El ahora delantero del Barcelona respondió a la acción con un puñetazo. La cosa no pasó a mayores, pues el colegiado no amonestó a ninguno de los dos futbolistas.