Gaillac - Después del duelo del sábado camino de Bagnères de Luchon, donde Contador y Quintana jugaron al ajedrez, el madrileño plegó en la maleta el triunfo final en la Ruta del Sur, la carrera que sirvió para medir a Contador y Quintana antes de mostrarse junto a Froome y Nibali en el escaparate del Tour. De ese ejercicio de esgrima en la montaña, queda la sensación de que uno y otro completaron con su programa punto por punto. Atacó el madrileño, inquieto, jerárquico, en Balès y se le grapó Nairo en cada empujón al español. Intentó desprenderse Contador de la sombra de Quintana camino de la cumbre, pero, inopinadamente, o tal vez no -viendo el parejo rendimiento de ambos cuesta arriba- cantó bingo en el descenso a meta. Primero y segundo en la general, ambos concluyeron el test de manera satisfactoria. Contador, que se coronó en Giro, con la alegría contenida, porque la victoria en la Ruta del Sur es apenas una guirnalda para decorar el árbol de Navidad que supone el Tour. Reconociendo que los ataques no fueron de fogueo aunque tampoco alcanzaron la potencia que pretende alcanzar en julio. Nairo asumiendo que respondió a Contador con solvencia, pero que tampoco estaba para más dispendios que los necesarios. En la bajada agarró el laurel Contador, que ayer partía de líder en la última etapa de la Ruta del Sur. No hubo más intriga en la carrera de cara a la general, que certificó el liderato de Contador y el segundo puesto de Quintana. La última etapa se disputó a modo de inventario. Se le llevó el francés Bryan Coquard (Europcar) al sprint ante la sonrisa de Alberto Contador. - C. Ortuzar
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