vitoria - Desde que hace seis largos años ya Iñigo Nalda saliese definitivamente del cuadro profesional de pelotaris, ningún otro alavés ha sido capaz de entrar en ese selecto grupo de elegidos. Demasiado tiempo sin duda para un territorio que, sin contar con la cantidad de otros vecinos, sí dispone de varias figuras de notable calidad en el campo aficionado. Sin embargo, su progresión se ha encontrado siempre hasta la fecha con un muro infranqueable cuando sus méritos deportivos pedían a gritos la oportunidad de dar el salto. Pues bien, en este oscuro panorama se ha abierto paso recientemente una rendija de luz.
Porque precisamente uno de los jugadores que más unanimidad concierta a la hora de valorar su potencial ha recibido la llamada de una de las grandes empresas. Se trata en concreto del zaguero Miguel Pérez, que ha sido invitado por Asegarce a participar en sus entrenamientos con el propósito de evaluar sus condiciones y, quién sabe si ofrecerle el sueño de integrarse en su cuadro profesional. Ese es al menos el sueño al que no está dispuesto a renunciar este joven que tiene un cañón por mano derecha y una zurda capaz de buscarle las cosquillas a cualquier rival. “Me estuvieron llamando durante dos meses pero por motivos de trabajo no podía ir y ahora lo hemos podido arreglar. Tengo claro que ahora mismo para mí lo primero es el trabajo pero creo que podría compaginar perfectamente ambas cosas. De hecho, ya hay pelotaris que lo hacen, trabajando por la mañana y entrenando por la tarde”, explica. Y es que a sus 24 años Pérez, que lleva una década metido en los frontones y cuyo gran ídolo de niño era Rubén Beloki -curiosamente uno de los responsables técnicos que deben evaluarle actualmente en Asegarce-, sabe perfectamente lo que es exprimirse al máximo para lograr unos objetivos ambiciosos. Porque además de para la pelota en su vida hay espacio para más cosas.
Así, consiguió el premio al mejor expediente de la carrera al licenciarse en Topografía y, nada más abandonar las aulas, comenzó a desarrollar su actividad profesional (en la actualidad la ejerce en la firma Perica) sin bajar en ningún momento la intendidad de su dedicación al frontón. “Desde hace dos años disfruto mucho cada vez que salgo a jugar. Antes me presionaba demasiado y lo pasaba mal pero ahora me dedico a aprovechar el momento y los resultados están ahí”, apunta. Por ahora, se ha ganado un primer ensayo en forma de debut oficioso -“fue super emocionante”-en el partido que tuvo lugar en Labastida (localidad de origen de su familia) hace un par de semanas. Formando pareja con Arretxe II, cayó (22-19) ante Elezkano II-Iza. En breve se descubrirá si esa cita fue mera anécdota o el inicio de una prometedora carrera. Álava y Miguel Pérez se lo merecen.