BARCELONA - El uruguayo Luis Suárez volvió a coleccionar el miércoles por la noche una actuación estelar con el Barcelona, cuyos dos goles en París contra el PSG (1-3) acercan a su equipo a la séptima semifinal de la Liga de Campeones de los últimos ocho años. El ariete -que se entiende a la perfección con Messi y Neymar, los otros dos astros del ataque culé- cuajó una gran noche, que venía precedida de una actuación mucho menos lúcida, como fue la de Sevilla, en la que se mostró muy fallón en acciones clarísimas de gol y que impidieron que el Barça se llevará los tres puntos en su visita al Ramón Sánchez Pizjuán.
En el Parque de los Príncipes fue distinto, ya que los dos tantos del jugador suramericano llegaron de acciones individuales de Suárez con conducción del balón y regate. Casualmente, en ambas la ejecución fue espléndida, ya que llevaron integradas por sendos caños a un David Luiz que no tuvo su mejor noche, y que debió salir del banquillo para sustituir a Thiago Silva, lesionado en la primera parte del partido.
La del miércoles fue otra gran noche del uruguayo, cuya confianza entre los culés va en aumento desde que se pudo integrar al equipo al finalizar los cuatro meses de sanción que le impuso la FIFA por morder a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil del pasado verano. Además, en el último clásico disputado en el Camp Nou, marcó el gol decisivo para tumbar al Real Madrid y alejar a los merengues a cuatro puntos en la clasificación.
Luis Suárez, aún con registros goleadores lejanos a los de Messi y Neymar, no está decepcionando, al margen de las incontables ocasiones clarísimas de gol que ha fallado vistiendo la camiseta azulgrana. Posiblemente acostumbrado a tener escasas opciones de marcar en anteriores equipos, a veces en el Barcelona quedan muy al descubierto sus errores porque en ocasiones se amontonan en un mismo partido, sin ir más lejos, en el Sánchez Pizjuán el pasado sábado.
Pasión y entrega A pesar de estos instantes, que el propio jugador los vive con desespero, la aportación de Suárez al Barça está valorada con un excelente, tanto por el equipo técnico como por la afición que le tiene en una gran estima por la pasión y entrega con las que se vacía en cada partido. Además, ha encontrado en sus dos socios de ataque su mejor argumento para no vivir desesperado por los errores, ya que tanto Neymar como Messi se complementan con él a las mil maravillas.
Después de la faena del pasado miércoles, Suárez tiene motivos ahora para sentirse muy importante en un Barcelona que necesita de sus goles, a pesar de que los números de Messi y Neymar son más que suficientes para hacer más llevaderos los partidos en los que el uruguayo no está muy fino. Con sus dos golazos en el Parque de los Príncipes en París, además del de Neymar, el conjunto azulgrana encarrila un nuevo asalto a las semifinales de la Champions League, que deberá cerrar el próximo martes en el Camp Nou, en la vuelta de los cuartos, partido en el que el París Saint Germain vendrá mucho más armado, pues tendrá disponibles a dos jugadores que se ausentaron de la ida por sanción: Zlatan Ibrahimovic y Marco Verratti. También se espera que esté disponible para los culés el sancionado y lesionado Dani Alves, suplido por un Martín Montoya con nota alta.
El Barça de Luis Enrique rompió en la capital francesa una buena racha del equipo local, que llevaba 33 partidos como local sin perder en su estadio en partido europeos.
El Barcelona, así, hizo saltar por los aires esta marca y, además, sumó la victoria cuarenta desde la llegada del entrenador asturiano, a las que le acompañan tres empates y cinco derrotas, cómputo de partidos en todas las competiciones en los que el Barça esta temporada ha marcado 139 tantos y ha encajado 31.