Montecarlo - Rafa Nadal completó ayer miércoles su primer partido con su nuevo prototipo de raqueta, en su victoria contra el francés Lucas Pouille, en la primera ronda del torneo de Montecarlo. “Es un prototipo nuevo, conectada como la anterior, y Nadal la utilizará durante toda la temporada de tierra batida hasta Roland Garros”, señaló Alex Pardo, director de la firma Babolat en España.

El ganador de 14 torneos de Grand Slam ha estado practicando con esta raqueta en Manacor desde que perdió en Miami con Fernando Verdasco, y luego en sus entrenamientos en Montecarlo, y ayer señaló en conferencia de prensa, tras deshacerse de Pouille en 68 minutos, que con su nueva herramienta consigue mayor efecto y poder, aunque menos control.

La anterior, la Aero Pro Drive Original, ha sido sustituida por un prototipo, Aero Pro Drive 2016, con un patrón de encordado de 16x19, (16 cuerdas verticales y 19 horizontales) y con el marco pintado en negro, y dos tiras naranjas en uno de los lados. La cuadrícula del cordaje es algo más amplia que la que utilizaba anteriormente, aunque no ha cambiado el tipo de cuerda. “Son las mismas”, dijo tras su victoria número 51 en Montecarlo. “He cambiado la raqueta pero no las cuerdas”, añadió.

Nadal confirmó que él y su equipo habían estado pensando en este cambio antes de que la temporada comenzase. “Pero no teníamos tiempo suficiente para preparar la raqueta. Ahora está lista. No había cambiado de raqueta desde hace mucho tiempo, no me acuerdo exactamente. Es un cambio para intentar tener más efecto”, añadió.

“Los agujeros entre las cuerdas son un poco más grandes comparados con los de la otra raqueta. Decidimos cambiarla para intentar aumentar un poco más el efecto. Es verdad que con esta tengo menos control, aunque no hoy -por ayer-, pero eso es solo en teoría. Lo que tengo es más fuerza y más efecto”, dijo.

“Es un cambio, desde luego, y siempre hay riesgos cuando cambias cosas, pero me gusta la raqueta y continuaré jugando con ella”, dijo Nadal dispuesto a hacer todo lo posible para mejorar su juego, tal y como hizo en su momento al añadir tres gramos más de peso al marco de su raqueta en 2012, o como el suizo Roger Federer al cambiar la que utilizaba desde sus inicios, por una de marco más grande.

Respecto al estreno sobre la arcilla monegasca, el balear inició la conquista de su noveno título en Montecarlo con una victoria( 6-2 y 6-1) en 68 minutos para avanzar a los octavos de final. Fue una probatura para Nadal, ante un jugador situado en el 108 del mundo, invitado especial, y en una de las pistas talismanes del español, donde espera recuperar parte del juego y confianza perdidas durante la campaña en los Masters 1.000 de pista dura americana.

En este primer test, Nadal no forzó la máquina y ante el juego ordenado del francés le bastó con ir afianzando su derecha y probar con el revés cruzado para saber cómo se encontraba. Lo mejor fue su saque, que sin conseguir un solo punto directo, lo ganó en todas las ocasiones, sin ceder una sola oportunidad de rotura. - Efe