LONDRES. El favorito en las apuestas, Shutthefrontdoor, cabalgado por el norirlandés Tony McCoy, perdió todas sus opciones en la última recta y cruzó la meta en quinta posición, mientras que Saint Aire llegó en segundo lugar y Monbeg Dude fue tercero.

Aspell, de 38 años, que el año pasado ganó la prueba con el caballo Pineau De Re, se mantuvo en un segundo plano hasta los últimos metros y se benefició de la caída poco antes del final de Rainbow Hunter.

A las 15.20 horas GMT tomaron la salida los 40 caballos en competición para recorrer los exigentes 7.141 metros de la prueba, dos vueltas al hipódromo de Aintree, la primera con 16 obstáculos y la segunda con 14.

Tres "jockeys" cayeron en la primera valla, y en pocos minutos varios caballos cabalgaban sin jinete entre el resto de competidores, lo que añade peligro a una prueba en la que tan solo cruzar la línea de meta es un reto para los participantes.

Rebel Rebelion lideró la carrera durante los primeros minutos, con Shuttefrontdoor, el principal favorito, a pocos metros de distancia, esperando al momento adecuado para atacar.

Al inicio de la segunda vuelta, 29 caballos continuaban en competición, con The Druids Nephew en cabeza hasta que cayó al suelo a tres obstáculos del final.

La última recta parecía cosa de tres. Shutthefrontdoor, por el interior, fue perdiendo fuelle a medida que se acercaba a la meta, mientras que Many Clouds, por el centro, acabó agotando a Saint Are, que trató de alcanzarle hasta el último suspiro.

Minutos después de la prueba, Aspell calificó su logro como "maravilloso".

"Esta mañana tenía algunas dudas. Traté de conservar energía, es una carrera arriesgada. Intentaba que la batería llegara hasta el final, y duró", comentó eljinete.

El entrenador de Many Clouds, Oliver Sherwood, aseguró que no podía "poner en palabras" sus sensaciones tras la carrera, una de las más prestigiosas del mundo hípico y que mueve cerca de 150 millones de libras en apuestas (200 millones de euros).

"Es el mejor momento de mi vida, junto con mi boda. No lo puedo creer, aunque lo he visto con mis propios ojos. Estoy emocionado", afirmó Sherwood.

También se mostró exultante el dueño del caballo ganador, Trevor Hemmings.

"Esta es una sensación increíble. He pasado la carrera gritando, los que estaban a mi alrededor deben de haberlo pasado mal", comentó.