Indian Wells - La incertidumbre atisbada al inicio de temporada que se creyó eventual, consecuencia directa de nueve meses de intensos dolores, se prolonga. Rafael Nadal cayó el viernes de madrugada en cuartos de final del Masters 1000 de Indian Wells ante el gigante Milos Raonic por 4-6, 7-6(10) y 7-5 en tres horas de juego y alimentó dos estadísticas para la máxima preocupación: en 2015 no ha superado a algún tenista situado entre los diez mejores del ranking mundial ni ha alcanzado las semifinales de un torneo de renombre. Su mejoría respecto al Abierto de Australia -donde perdió también en cuartos de final frente a Tomas Berdych- es evidente, pero también continúa arrastrando carencias y carece de la magia de antaño.

Para regresar a la cima necesita un punto físico más. Rápido y fino al inicio de los partidos, recordando incluso sus mejores momentos, con el paso de los minutos disminuye su rendimiento, como le ocurrió ante Raonic o, por ejemplo, ante Fabio Fognini en el ATP 500 de Río de Janeiro. Después, su propia confirmación anímica. Es extraño observar cómo un tenista que ha hecho de la determinación y la dureza mental las bases de su exitosa carrera se encoge entre vacilaciones: ante el canadiense dejó escapar las tres bolas de partido con las que contó y las seis opciones de break que tuvo entre el segundo y el tercer set. Finalmente, necesita recuperar la regularidad en su tenis, partiendo de aquella poderosa derecha que causaba estragos entre los rivales.

Nadal dijo adiós a Indian Wells sin remordimientos y visiblemente satisfecho con el esfuerzo desplegado en su derrota frente al canadiense Milos Raonic, en un partido que se alargó durante tres horas y en el que el español compitió, según dijo, como siempre hizo en su carrera. “Me voy satisfecho de mí mismo y de cómo he competido”, reveló el mallorquín, quien confía en ir reverdeciendo laureles poco a poco. “Llevaba mucho sin un partido así, casi desde Wimbledon el año pasado diría yo. Casi nueve meses sin competir en un partido de esta exigencia mental, tenística y física durante 3 horas. Ha sido la primera vez y lo he hecho bien”, añadió.

El número tres del mundo subrayó que su sensación es que ha ido progresando cada semana, pero eso no quiere decir que en el próximo torneo de Miami vaya a mejorar lo realizado en Indian Wells. “En el deporte no hay matemáticas y el futuro no lo sabe nadie. Es incierto. Hay que estar preparado, pero sí que estamos en un proceso positivo. He competido bien durante todo el torneo, con una actitud adecuada”, apuntó. Nadal, por último, no quiso marcarse plazos para alcanzar su máximo nivel. “No tengo ni idea de porcentajes”, precisó el balear, quien recordó que estuvo “a punto de ganar a uno de los jugadores más difíciles del mundo en esta superficie”. - Agencias