SEVILLA - El entrenador del Real Betis, Pepe Mel, se mostró muy contrariado por la imputación por presunto amaño de partidos de Jorge Molina y Jordi Figueras, que acudieron ayer ante el juez Otamendi a primera hora pero no declararon, y afirmó que “vienen tranquilos” pero que tendrá que “ver mañana cómo están”. Al hilo de este problema, el preparador bético, que atendió los periodistas tras el entrenamiento en una comparecencia previa al partido que disputarán el próximo domingo en Las Palmas, ha reflexionado sobre “ser entrenador”, que “no es poner únicamente a once en el campo” sino “estar pendiente de cosas que no son las que deberían importar”. “Yo de leyes no entiendo, no he ido en mi vida a un juicio. Sé de fútbol y poco. Mañana decidiremos si participan en un partido muy importante aunque el equipo está más unido en torno a este problema”, agregó. El técnico advirtió que su obligación es “intentar que no pasen estas cosas”. “El club busca la limpieza, el que haga algo mal lo tiene que pagar. La imagen del Betis tiene que estar inmaculada”. - E.C.
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