pamplona - El cruce de acusaciones mutuas entre el exgerente de Osasuna, Ángel Vizcay, y el expresidente de la entidad rojilla, Miguel Archanco, alcanzó su punto álgido cuando ambos se vieron las caras con el juez del caso Osasuna, Fermín Otamendi. Vizcay, que por activa y por pasiva, ya a partir de su confesión ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP) había repetido que él actuaba bajo el mandato del que entonces era su presidente, volvió a decir ante el magistrado que su actuación solo respondía a la obligación debida, es decir, que cumplía órdenes. En el momento de tomar declaración a Archanco, el juez se encontró con el mismo argumento de vuelta. Es decir, Archanco justificó que él solo firmaba lo que el gerente le ponía delante y que autorizaba las salidas de dinero porque se fiaba de Vizcay y que no sabía a qué destino se dirigía la mayor parte de ese dinero. “No daba órdenes, yo solo firmaba”, declaró Archanco. Sin embargo, esta justificación resulta inverosímil a ojos del juez que, de hecho, señala en su auto que “es un argumento pueril” el hecho de que se escude en que hacía lo que le decía Vizcay, que era su gerente.
flefield, ordenador de vizcay Otro de los puntos de fricción que enfrentaron a los que fueran gerente y presidente del club rojillo fue el asunto de las dietas, de las que Vizcay manifestó que eran públicas y notorias, pero que Archanco negó que se cobraran en la junta. Sin embargo, Txuma Peralta también admitió haber cobrado esas dietas. Además de ello, tanto a Vizcay como a Archanco se les exhibió en su manifestación ante el juez el contrato entre Osasuna y la sociedad portuguesa Flefield, fechado en Funchal en junio de 2013. Vizcay dijo tres cosas sobre dicho documento, que no era de su época (y, por ende, de la de Archanco), que la firma que aparecía no era ni la suya ni la de Archanco y que, quizás, se pudo confeccionar en una etapa posterior. Así, extrañado por la aparición de dicho contrato, insinuó: “Como no sea de la época de la gestora...”, que liderada por Zabaleta, le tomó el relevo a la directiva de Archanco. Lo que es cierto, según afirman varias fuentes cercanas al caso, es que parece ser que dicho contrato que une a la firma lusa con la entidad navarra apareció en el ordenador de Vizcay. Archanco, que estuvo muy dubitativo en su declaración y ciertamente cansado, dijo que la firma que aparecía en el contrato con Flefield podía ser la suya, pero varias fuentes aseguran que la rúbrica de dicho documento resultaba de confección muy extraña. De hecho, la auditoría de la LFP ya reflejaba que el contrato de Flefield no identificaba a ningún representante portugués ni de Osasuna.
El padre de Peralta, un cuñado del exdirectivo Purroy y un tercer testigo mencionado en la declaración de alguien. El juez Fermín Otamendi tomó ayer declaración a Jesús Peralta, padre de Txuma Peralta, a raíz del préstamo de 60.000 euros que supuestamente le dio al club y que este le devolvió con una transferencia a Peralta. Además, también estuvo declarando el cuñado de José Manuel Purroy, del que entre los principales acusados solo Vizcay pudo relacionar con un préstamo de 600.000 euros al club que se le devolvió un año después. Además, declaró un tercer testigo mencionado en una declaración.