Tras la publicación del informe encargado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) a una comisión independiente, que revela la connivencia entre los dirigentes del organismo y el texano para la puesta en marcha de un sistema de dopaje que todavía perdura en la actualidad, Armstrong comentó: "La revelación de la verdad conducirá a un futuro brillante y libre de dopaje para el deporte que amo".

En un comunicado, Lance Armstrong se mostró "profundamente apenado" por muchas de las cosas que ha hecho y agradeció que la Comisión Independiente para la Reforma del Ciclismo (CIRC) le permita "ayudar en la búsqueda de la verdad".

El excorredor invitó a "todos los ciclistas que compitieron y se doparon" a sentirse libres para "ayudar a curar este gran deporte" para que los más jóvenes puedan en los próximos años perseguir sus sueños sin tener que enfrentarse a la elección que sí debieron tomar el propio Armstrong, sus amigos, compañeros de equipo y rivales: doparse y mentir o aceptar que no podían competir de forma limpia.

Elliot Peters, abogado del exciclista, explicó que su cliente "cooperó completamente" con los investigadores del CIRC y que, en su encuentro de dos días con Peter Nicholson y Ulrich Haas, Armstrong "contestó todas las preguntas sin restricciones, se comprometió a reunirse con ellos nuevamente en caso de ser necesario y proporcionó todos los documentos requeridos a los que tuvo acceso".

"El único interés de Lance al hacer eso era facilitar la aparición de la verdad", recalcó.

Peters aseguró que en la década de los noventa "los doctores, los entrenadores y los ciclistas participaban diariamente en el dopaje y en su encubrimiento".

"En la carrera por vilipendiar a Lance, a muchos de los otros participantes, igualmente culpables, se les ha permitido escapar al escrutinio con una sanción menor y muchos de los defensores de la lucha contra el dopaje han preferido el aplauso a la verdad", denunció. "Por eso aplaudimos la mirada valiente y sin tapujos de la CIRC", sentenció.