El Garlan Legumbres se juega la permanencia en la cuatro jornadas finales de Liga y tras el esfuerzo de todo el año su entrenador, Iñaki Santamaría, espera que se vea recompensado el esfuerzo del equipo con la permanencia.
Toca apretar los dientes.
-Sí, está claro. Nos quedan cuatro partidos para el final de temporada y ya es un ahora o nunca. Acabamos 2014 con buenas sensaciones, buenos resultados y fuera de descenso, pero en 2015 hemos sufrido una vorágine de mal juego y malos resultados. Desde comienzos de año no hemos estado dando el do de pecho y nos hemos vuelto a meter ahí abajo y ahora la salvación la tenemos a tres puntos. Nosotros tenemos cuatro puntos y el San Adrián tiene siete, pero tenemos la diferencia de goles a favor. En cambio, con el Lagunak, que tiene seis puntos, perdemos en caso de empate y habría que sumar un punto más que ellos para pasarles. Así, como mínimo tenemos que sacar dos victorias y ni siquiera eso nos aseguraría la salvación, una cuestión que sería casi segura si ganamos tres partidos.
La serie final empieza con la visita al Kukullaga, tercer clasificado.
-Tiene un buen equipo, con jugadores que han estado en División de Honor A y son muy buenas. Aquí estuvimos a punto de mojarles la oreja y al final perdimos 22-25 después de un partido muy igualado. Nos faltaron pequeños detalles y un punto más de confianza en nosotros mismos para poder puntuar.
Regreso a Vitoria para jugar contra el Camargo, que es sexto en la clasificación y que no se juega nada ni por arriba ni por abajo.
-Hay que ganar sí o sí. Allí perdimos porque defendimos muy mal. Nos metieron 31 goles, que son una pasada. No hubo defensas. Ese partido en casa hay que amarrarlo como sea.
Llega después la visita al Indupime Basauri, que marcha colista igualado con ustedes.
-En Vitoria les ganamos de diez goles de diferencia y allí hay que ganar de nuevo, pero ese partido anterior no puede ser reflejo de nada porque el Basauri ha cambiado radicalmente y desde entonces ha sumado dos victorias por una sola nuestra. Han recuperado a una pivote muy grande y que es muy difícil de contrarrestar para nosotros porque es incontrolable por su cuerpo y experiencia. Podemos ganar, pero no nos podemos confiar.
Y el cierre de la serie, ante el segundo clasificado, el Zarautz.
-Es el equipo que mejor balonmano hace de toda el grupo y está igualado arriba con el Logroño, con el que juegan este fin de semana y se jugarán el liderato. El objetivo es llegar a la última jornada contra el Zarautz con la opción de salvarnos. Es el objetivo que debemos tener en mente. He hablado con las chicas y todos estamos concienciados. Con cuatro puntos no tenemos garantizado nada, pero con seis seguramente nos salvaríamos. Cada partido va a ser una final y vamos a ir al campo del Kukullaga a muerte.
¿Cómo están los ánimos?
-Se podría pensar que las chicas están un poco de capa caída por los malos resultados, pero todo lo contrario. Están muy animadas. El lunes los entrenadores no podíamos asistir al entrenamiento y decidimos suspender la sesión, pero ellas hablaron y decidieron ir a trabajar por su cuenta. Están animadas y con muchas ganas. Hay que confiar en ellas más que nunca. Sabemos que el partido contra el Kukullaga es muy difícil, pero vamos a morder y dar todo lo que tengamos.
Estarán atentos a sus resultados, pero también a los rivales directos en la pelea por la salvación.
-Mañana hay un partido muy importante entre el Basauri y el San Adrián. Si gana el San Adrián, vamos a necesitar sacar seis puntos seguro; pero si gana el Basauri el San Adrián tiene un final de temporada muy complicado y entonces igual nos bastaría con sumar cuatro puntos para tener muchas papeletas para salvarnos. Pero eso son cuentas de la lechera. Nuestro objetivo prioritario ahora mismo es ganar a Camargo y en Basauri porque si no sacamos esos partidos no tenemos opciones. Y luego, intentar ganar uno de los otros dos porque con seis puntos más sería imposible bajar.
Es ahora cuando se vuelve la vista atrás y se echan de menos algunos puntos que se pudieron rascar y que se acabaron perdiendo.
-Me acuerdo de muchos partidos. Para empezar, el primero de la temporada contra el San Adrián, que lo perdimos nosotros solos. De haberlo ganado ahora no tendríamos estos apuros. Se nos fue por falta de picardía, de las chicas y mía, que soy más nuevo que ellas. Nos marcó muchísimo. Imagínate cómo estaríamos ahora, con seis puntos y fuera de descenso. Me acuerdo del de Camargo, la segunda parte en casa contra el Lagunak, el partido contra el Elgoibar que no se jugaba nada y tuvo la cabeza más fría... Hemos pasado de cabeza de ratón a cola de león y es muy diferente la forma de afrontar los partidos. Vienes de ganar con relativa facilidad a tener que dar el máximo solo para tener opciones de ganar a un equipo de la zona baja. Y el nivel es excepcional. Sabíamos que iba a ser duro porque no podemos fichar y tenemos que tirar con lo que tenemos en casa. Las chavalas tienen un mérito increíble porque en Vitoria somos el único equipo femenino y estamos muy limitados. Pero, pese a todo, vamos a seguir a muerte.
La esperanza es lo último que se puede perder en estos casos.
-Este equipo es muy duro y ya lo demostró el año pasado. En la primera fase eran cuatro equipos los que se clasificaban y fuimos cuartos gracias a la diferencia de goles. En la segunda ronda pasaban las dos primeras y fuimos segundas. Y en la fase final estaban las cuatro mejores y ganamos. Somos un equipo muy guerrero y hay que confiar en las chicas, que se lo han ganado.
Llegada la hora de la verdad, cabe esperar que todos los varapalos del curso hayan servido como experiencia de la que aprender.
-Los partidos contra el Camargo y el Basauri van a ser muy apretados y en este tipo de duelos siempre hay alguien que se crece y pequeños detalles que deciden los partidos. Siempre hay alguien que acierta un poco más, una portera que para más que la otra, una jugadora que está más fuerte. Van a ser partidos muy sucios en el juego porque hay miedo a perder y se van a decidir por cosas muy pequeñas. El que sepa sufrir más y esté más preparado mentalmente se va a llevar los puntos.
El aspecto mental va a ser muy importante ahora.
-Al principio de la temporada vi al equipo muy tocado porque perdimos partidos muy igualados y en otros recibimos unas palizas importantes. Pero desde la victoria en Basauri nos vinimos arriba y el equipo cambió. Hemos sufrido algunos palos en la segunda vuelta, pero vemos a las chicas muy metidas. Son un grupo muy unido, de diez. Por carácter y ganas no va a ser. No va a quedar la duda de que no hemos dado todo lo posible.