Bayer Leverkusen1

Atlético Madrid0

BAYER LEVERKUSEN: Leno; Hilbert, Papadopoulos, Spahic, Wendell; Castro, Bender (Rolfes, m. 67); Bellarabi, Calhanoglu (Brandt, 87), Son Heung Min; y Drmic (Kiessling, m. 80).

ATLÉTICO DE MADRID: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira (Gámez, m. 38); Arda (Fernando Torres, m. 64), Gabi, Tiago, Saúl, Griezmann; y Mandzukic.

Goles: 1-0, m. 56: Calhanoglu

Árbitro: Pavel Kralovec (República Checa). Expulsó por doble amarilla a Tiago (m. 76). Amonestó a Papadopoulos, Bender, Kiessling, Castro (m. 89); Godín (m. 60) y Torres (m. 89).

Incidentes: Bay Arena, 30.000 espectadores.

leverkusen - La fuerza ofensiva y la intensidad del Bayer Leverkusen desdibujaron de principio a fin al Atlético de Madrid en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, con un mínimo castigo a la espera de la vuelta en el Vicente Calderón y de una versión más reconocible. Un solo gol en contra, transformado por Hakan Calhanoglu en el segundo tiempo, y los 90 minutos que quedan de la eliminatoria, el 17 de marzo en Madrid, es lo mejor que sacó el conjunto madrileño de su visita al Bay Arena.

El equipo rojiblanco, ayer de gris, construyó el inicio de su visita a Leverkusen desde la idea de controlar las trepidantes y masivas transiciones ofensivas rivales. En la táctica se movió el Atlético desde el comienzo del duelo, bajo los parámetros esperados, con dosis de precaución en el juego del bloque madrileño, tan pendiente de frenar los mecanismos ofensivos de su rival y tan presionado cuando tuvo el balón que nunca surgió su potente ataque de siempre, salvo en algunos momentos fugaces.

La intensidad alemana fue insuperable para el Atlético, acosado insistentemente en cualquier sector del campo por el que circulaba la posesión visitante, sometido por el vértigo con el que se desplegó el Leverkusen cuando robó la pelota, enredado en ataque, desbordado por momentos y doblegado en cada segunda jugada, en cada balón dividido por alto y por bajo.

Por la izquierda, un flanco descontrolado todo el primer tramo del choque, sufrió muchísimo el brasileño Guilherme Siqueira, después reemplazado por lesión superada la media hora por Jesús Gámez. Antes del descanso, el Atlético perdió a otro efectivo por un golpe: Saúl Ñíguez, sustituido por Raúl García en el minuto 42.

Salió indemne el equipo madrileño de la primera media hora y de unos cuantos sustos para Moyá, exigido en un par de apuradas salidas, amenazado en varios centros al área, uno de ellos salvado bajo palos por el croata Mario Mandzukic, y aliviado cuando la cruceta rechazó un zapatazo desde 30 metros del central Emir Spahic.

Nunca se sintió cómodo el Atlético. Ni siquiera cuando resurgió en el tramo final del primer tiempo con dos golpes casi seguidos, pero parados con dos manos sensacionales por el portero Bernd Leno. Una reacción apagada ya en el inicio de la segunda parte. No le daba respiro el Leverkusen, que ganó el enésimo balón dividido, esta vez con destino a Hakan Calhanoglu, autor del derechazo definitivo. La expulsión de Tiago fue la última mala noticia de un Atlético ayer irreconocible.