Bilbao - El camino de Álvaro Untoria es largo. El zaguero najerino lo recuerda. El año pasado lo vivió oscuro, mal, con problemas en el brazo que se tradujeron en dudas en la mano. A los médicos les costó encontrarle las costuras a la lesión y se le complicó el Parejas de Segunda al guardaespaldas riojano. “Estuve bastante mal. Tenía el brazo contracturado desde el cuello hasta la muñeca y me salía líquido amniótico. Las contracturas me obstruyeron la circulación. El dolor que tenía en la mano no era como un clavo o un golpe. Era otra cosa”, manifiesta Untoria. Confiesa que fue largo, que tuvo que visitar varios especialistas para dar con la llave de sus molestias. “El problema era que los médicos no sabían qué podía ser. Me hicieron resonancias y todo tipo de pruebas para tratar de comprobar qué tenía, pero no salía nada”, recuerda y apostilla que “no sé ni cuánto tiempo estuve así. Me recuperaba, jugaba y volvía a estar mal”. Un calvario. La clave era la extremidad completa, no la mano, y a ella llegaron el masajista Pedro García y el doctor Iñigo Simón tras varias vías muertas y viajes a ninguna parte. La solución fue la fisioterapia. “Así pude volver a recuperar el nivel”, desvela. En pocas semanas, el dolor desapareció. Pasó el najerino de jugar las tres finales de Segunda, en la que acabó ganando únicamente la del Manomanista ante Danel Elezkano, al bache de las lesiones. Una montaña rusa.

Ahora, ha hecho historia en el Parejas de Primera. Este fin de semana disputó dos encuentros como suplente y los ganó los dos. Está a un nivel enorme. “Sí que en 2013, cuando llegué a las tres finales de Promoción, me encontraba muy bien, pero nunca había jugado tantos partidos comprometidos de Primera. Es importante que la empresa confíe en ti y te meta en estos partidos. Es un aliciente, una motivación”, analiza el manista de Nájera, quien comenzó el invierno inmerso en el Parejas de plata junto a Iker Tainta y no le pierde ojo. “Cuando juega Iker le sigo, porque soy consciente de que estoy como suplente en Primera y no sé si voy a volver a jugar con él en Segunda”, especifica Untoria, quien agrega que “quiero seguir jugando partidos y aprovechar el buen momento. Estoy peleando por hacerme un hueco en los estelares”.

Tiene ambición Untoria, que ha destacado contra pelotaris de la talla de Zubieta, Merino II o Zabaleta. “Quiero seguir subiendo peldaños. Tengo claro que no soy un Primera, pero quiero seguir sumando. Tengo ganas y expectativas de continuar subiendo. No quiero jugar solo cuatro partidos en Primera, quiero poner en dudas a la empresa para el año que viene”, finaliza el zaguero najerino.