pamplona - No firmó el comunicado que enviaron cuatro miembros de la extinta junta gestora que permaneció cuatro meses al frente de Osasuna pero Javier Zabaleta quiso defender ayer la actuación del grupo que él presidió con respecto al traslado de información a los grupos políticos que aprobaron la reestructuración de la deuda del conjunto rojillo en el Parlamento. El graduado social aseguró a este periódico que nunca tuvo conocimiento de que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) estuviese auditando las cuentas de Osasuna con motivo de la salida “extraña” de 2,4 millones de euros. Por tanto, reitera que como expresidente de la gestora está tranquilo “porque todo lo que hemos hecho se ha conocido, hemos trabajado con nuestra mejor intención y no considero que exista nada que pueda ser motivo de crítica”, dijo.
Zabaleta reconoce que el secretario general de la LFP se puso en contacto con él el pasado otoño, cuando se inició la famosa auditoría de las cuentas. Pero afirma que lo que se le comunicó es que se investigarían las cuentas de la Fundación Osasuna para conocer en profundidad el acuerdo al que se llegó con el club para resolver la deuda de trece millones que reflejaba.
Así, recordó el trato al que llegaron ambas entidades para solucionar los trece millones que adeudaba la Fundación a consecuencia del traslado de pérdidas procedentes del club con el objeto de que las cuentas de este no fueran deficitarias y, por tanto, los miembros de la junta directiva no sufrieran sanción económica. Esos trece millones de deuda convertían a la Fundación en una empresa deficitaria y prácticamente, en palabras de Zabaleta, le obligaba a presentar un concurso de acreedores para cerrar. El acuerdo al que se llegó, y que negoció el propio expresidente de la gestora, señala un préstamo del club a la Fundacón por el totalidad en un periodo de veinte años tras el cual la deuda estaría a cero. También recoge que el club se llevaría los beneficios que pudiera tener la Fundación.
Zabaleta señala este como el objeto primero de esta “auditoría aleatoria” y confiesa que desde la LFP se les dijo que podían estar “tranquilos”.