MADRID. La decisión ha sido adoptada tras una reunión urgente entre el primer ministro, Ibrahim Mahlab, y los titulares de las carteras de Interior, Deportes y Sanidad, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.

Testigos han relatado que se produjo una estampida cuando la Policía empleó gases lacrimógenos contra un grupo de personas que intentaba acceder al Estadio de la Defensa Aérea de El Cairo, donde se iba a jugar un partido de la liga egipcia entre el Zamalek y el ENPPI.

La Policía empleó gases lacrimógenos para dispersar a miembros del grupo Ultras White Knights del Zamalek a las afueras del estadio. El partido, cuyo inicio estaba previsto para las 19.30 horas (18.30 hora peninsular española) fue aplazado media hora tras los disturbios.

Desde el Ministerio del Interior han asegurado que los disturbios comenzaron cuando los ultras intentaron acceder al estadio sin entrada. "Los aficionados del Zamalek intentaron entrar por la fuerza y tuvimos que impedir que causaran daños en la propiedad pública", ha relatado el ministerio.

Sin embargo, desde Ultras White Knights han desmentido esta versión y aseguran que les lanzaron los gases lacrimógenos cuando estaban acorralados contra una valla metálica con alambrada.

Por su parte, el miembro del consejo ejecutivo del club Ahmed Mansur ha dicho a través de Facebook: "No entendéis nada. No podéis entrar por la fuerza. No se permitirá a nadie entrar a ver un partido sin entrada. El fútbol es para aficionados respetables. No se permite la entrada a los matones".

Este es el incidente más grave relacionado con el fútbol egipcio desde que el 1 de febrero de 2012 murieran 72 personas en enfrentamientos tras un partido de fútbol en Port Said bajo la sospecha de la implicación de elementos afines al Ejército y al régimen del entonces ya expresidente Hosni Mubarak.