playa de Palma - Ha empezado la temporada, aunque todavía queda cerca de mes y medio para sus grandes objetivos, las clásicas de primavera. ¿Cómo se encuentra?
-Estoy tranquilo. Es importante tomarse las cosas con serenidad y con calma a estas alturas de la temporada. De momento todo está yendo bien, la preparación va por buen camino y aún queda tiempo hasta las grandes carreras. A partir de Tirreno llegará el momento de estar más concentrado.
¿Le vale un podio en el Tour de Flandes o en la París Roubaix?
-¿Este año? No... (se ríe). Solo me vale ganar. Ese es mi objetivo, porque mi nivel es ese. Al menos en las clásicas; en otras carreras es distinto.
¿Pero valoraría también un posible podio?
-Depende de cómo venga. Si lo haces todo perfecto lo valoras; pero si haces las cosas mal, no. Son dos cuestiones diferentes. Yo trabajo para ganar, lo hago todo para ganar, pero si hay corredores más rápidos que yo ese día, no puedo hacer nada para impedir que ganen. Si pasa eso, es para estar contento a pesar de no ganar.
¿Cuánto dura el cabreo por no ganar?
-Depende de varias cosas. Pueden ser horas, algún día incluso... No es algo exacto. Depende de cómo vaya la carrera, de cuál sea la situación de la misma. No hay un tiempo concreto.
¿Qué motivaciones tiene para la segunda parte de la temporada?
-No me gusta hablar del futuro, creo que es mejor hablar de la primera parte del año. Lo que llega después de las clásicas viene después. Ahora lo primero es lo primero.
¿La rivalidad con Boonen les ha hecho más grandes a los dos?
-Si, por supuesto. Esa rivalidad es buena, porque ha habido respeto, mucho respeto. Tom es Tom, pero no solo es él; ha habido y hay otros muchos corredores.
Sin olvidar a los jóvenes...
-Y tanto. Hay muchos y muy buenos.
Hablemos de su futuro. Tiene contrato con el Trek hasta el final de 2016 y entonces tendrá 35 años. ¿Se ve corriendo mucho más tiempo?
-No. Este es mi décimo quinto año como profesional. Son muchos. Tengo motivación por el ciclismo y estoy preparado para competir, pero siempre se está viajando, fuera de casa... No hay demasiados corredores con una carrera tan larga. Creo que será un buen momento para terminar mi carrera. Pienso que debo retirarme al máximo nivel. No puedo andar como Voigt o Horner, hasta los 38 o 40 años. Es imposible para mí.
Y una vez que se retire, ¿qué?
-Tengo muchas cosas en mente. No hay nada cerrado, pero tengo varias motivaciones para después. En la vida es importante tener retos y distintos objetivos para continuar disfrutando de ella.
¿Seguirá ligado al ciclismo?
-No todo tiene por qué estar ligado necesariamente al ciclismo. También me gustan otras cosas. El mundo del ciclismo es muy pequeño y me gusta aprender de lo que hay fuera de ello. La vida no es solo ciclismo. Tengo motivaciones por otras cosas, aunque relacionadas también con el deporte.
Nunca se ha escondido a la hora de criticar a la UCI. ¿Se ve presidiendo tal organismo?
-Sí, ¿por qué no? Aunque soy consciente de que ser presidente es muy complicado. Depende de la situación. Hay muchos problemas de política y dinero. La UCI, los equipos y el Tour de Francia son los tres grandes estamentos. Si al final se trata de ganar, ¿por qué no ganar todos juntos? Pienso que será mejor para el deporte. Porque si el ciclismo va hacia adelante será en beneficio de todos.
En Euskal Herria se han vivido momentos duros tras la desaparición de Euskaltel Euskadi. ¿Qué opinión le merece el proyecto de Murias, con quien ha compartido hotel en Mallorca?
-Es bueno que haya proyectos nuevos como el de Murias, por ejemplo, y más en un lugar como Euskadi. Sé que es complicado porque hace falta dinero e implicación por parte de los patrocinadores. Pero el ciclismo tiene cosas muy buenas más allá de la publicidad, también por valores que transmite. Se ha notado que Euskaltel ha estado fuera y vamos a ver cómo le va a este nuevo equipo. Que haya un equipo más siempre es mejor para el ciclismo.