- Cuentan quienes lo pudieron vivir en directo que la magia del mítico hoyo 16 del campo de Scottsdale de Arizona brilló con más fuerza que nunca cuando en el tee de este singular par 3 se asomó un joven vasco llamado Jon Rham que, si nada se tuerce, dará que hablar más pronto que tarde en el elitista circuito profesional. De momento el joven Rham, de apenas 20 años y una carrera como socio en el club de golf de Larrabea desde que apenas levantaba un palmo del suelo, continúa quemando etapas en el campo amateur desde las filas del equipo de Arizona State, la universidad donde estudia desde hace tres años. De momento, insiste su entorno, los pasos de la promesa hacia el mundo del profesionalismo están tan dirigidos como los golpes que vuelan desde su espectacular swing, sin embargo después de actuaciones tan memorables como la del pasado fin de semana en el Phoenix Open de Arizona, su tarjeta de embarque hacia la fama y su irrupción entre los mejores podría ser cuestión de meses.
Luego de un fin de semana para el recuerdo, el joven Rham terminó quinto con una vuelta final de 68 golpes, a solo tres del campéon, Brooks Kopeka. Nunca un jugador de Arizona State, formando parte aún de la universidad, había terminado tan bien clasificado en este prestigioso torneo, y pocas veces un jugador amateur como Jon había logrado colarse en el top 5 dentro del PGA Tour. El último que tuvo el honor fue Chris Wood en el Open Championsship de 2008 y antes, en 1998, Justin Rose en el British de aquel mismo año. Sin duda una figura en ciernes a la altura de un talento que algunos sitúan ya a camino entre el carácter del mítico Severiano Ballesteros y el swing de Ernie Els. Características fuera de lo común para confirmarle en estos momentos como el número tres del ranking amateur mundial y la mayor esperanza del golf nacional, hasta ahora sustentada sobre los nombres de Sergio García y Gonzalo Fernández Castaño.
Por más que le pueda pesar a su familia y entrenador, Eduardo Celles, lo ocurrido el pasado fin de semana en Arizona no hace sino acelerar los plazos previstos en la prometedora carrera del joven y confirmar que, si nada se tuerce, más pronto que tarde estará jugando de tú a tú con los más grandes. En el TPC de Scottsdale, sin ir más lejos, ya compitió hasta el final por el título de este torneo profesional junto a ganadores del Másters de Augusta como Zach Johnson o Bubba Watson, e incluso llegó más lejos que un tal Tiger Woods, que no pasó el corte, y que siempre tendrá guardado un lugar en la historia de este campo tras aquel increíble hoyo en 1 que protagonizó en 1997 en el hoyo 16 cuando el Tigre era un adolescente. En ese mismo lugar, Rhambo, como cariñosamente es conocido por sus compañeros de universidad, probablemente experimentó el punto de inflexión de su carrera tanto por su sensacional registro de golpes y juego como por el gesto que tuvo de portar la camiseta de los Diablos del Sol con el número 42 de Pat Tillman, un profesional de fútbol americano de su misma universidad y de los Arizona Cardinals que dejó su carrera profesional para alistarse en el ejército tras el 11-S y que fue abatido por fuego amigo en Afganistán. Ese simple detalle puso el mítico Stadium Hole a sus pies, convirtiendo al joven de Barrika (Bizkaia) en una prematura leyenda a pesar de su edad. “Creo que era la primera vez en mi vida que en el corazón me iba tan rápido”, reconocía Rham momentos después de certificar su histórico quinto puesto en su segundo torneo profesional -el primero, en Mayacoba, no pasó el corte-. “Sólo dejé de pensar porque estaba demasiado pendiente de mis hierros, iba demasiado tenso y no podía centrarme porque estaba muy nervioso, pero ha sido una experiencia vital que demuestra que mi juego está mucho mejor de lo que pensaba”.
Jon Rham Rodríguez. Nació en Barrika (Bizkaia) hace 20 años aunque desde muy pronto formó parte de la Federación Alavesa de Golf y se hizo socio, junto a su familia, del club Larrabea.
Hándicap. +4, según la RFEG, aunque sus actuaciones en el extranjero no contabilizan por lo que podría ser algo más bajo.
Universidad. Estudia y juega desde 2012 en Arizona State, y ha jugado hasta la fecha dos torneos de la PGA: en Mayacoba y Phoenix Open.
Puntos fuertes. Carácter, una pegada larga y recta y un buen putt en el green.
Puntos débiles. Su tremendo carácter competitivo, que en más de una ocasión le ha jugado malas pasadas.