madrid - La Federación Española de Fútbol (RFEF) dio un paso más en la guerra abierta que mantiene con Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), emitiendo ayer una dura nota en la además de reiterar que “siempre ha cumplido con la Ley del Deporte” acusa a Cardenal de “no decir la verdad”, abuso de poder y de usar “de manera torticera los datos”, porque “sus cuentas han sido debidamente revisadas por los auditores” del CSD. En la nota, la RFEF se pregunta: “¿Dónde está el ministro de Educación, Cultura y Deporte?”.

En un comunicado remitido a la agencia Efe, la RFEF aseguró que la firma de auditores enviados por el CSD certificó que las cuentas anuales del ejercicio 2013 “expresan en todos los aspectos significativos la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la RFEF a 31 de diciembre de 2013, así como la liquidación del presupuesto y correcta justificación de la subvención de acuerdo con la normativa vigente en materia de subvenciones públicas”.

Cardenal, antes de viajar a Catar para asistir a la fase final del Mundial de Balonmano, el pasado jueves, afirmó que “lo que tiene que hacer” Ángel María Villar es “dejar que se auditen las cuentas” del organismo que preside, dando a entender que no lo había hecho, como respuesta a la petición de Villar, dirigida a la UEFA, de que destituyera al presidente del CSD de todos los cargos que ocupa en las comisiones o áreas de trabajo. En el texto, la RFEF explica que la propia Federación encargó otra auditoría de cuentas a una firma diferente que también concluyó sobre “la correcta justificación de la subvención de acuerdo con la normativa vigente en materia de subvenciones públicas correspondientes al ejercicio anual terminado el 31 de diciembre de 2013”. Tras afirmar “que el dinero público recibido tiene destino finalista” y que obran en su poder “todas las certificaciones de uso”, el organismo que preside Ángel María Villar aclara que el CSD comunicó posteriormente que sus auditores “iban a realizar una revisión limitada sobre algunas cuestiones”, que “no tienen relación alguna con el dinero público recibido”.