vitoria - En un club semiprofesional como el Araski que está volcado todos los años en promover la formación como personas y jugadoras de todas las jóvenes niñas de su prolífica cantera, no pueden faltar un par de extranjeras que representen el imprescindible contrapunto de la experiencia y ayuden a brindar un salto cualitativo al equipo en la siempre exigente Liga Femenina 2. Ese papel corresponde esta temporada a dos exteriores afro-americanas como Rosetta Adzasu y Oumul Thiam, únicas foráneas a las órdenes de Aitor Uriondo tras el adiós hace unas semanas de Justina Udenze. Además de la edad (24 años), su vida tiene bastantes paralelismos. Ambas nacieron en África, proceden de una familia muy numerosa, vivieron una infancia difícil y cursaron sus estudios en una universidad estadounidense. Y, además, son extremadamente competitivas cada vez que se visten de corto y se enfundan la camiseta verde del principal representante femenino del territorio.
Rosetta, la más menuda de apenas 1,68 metros, es una base nacida en Ghana que se graduó en Criminología en Washington State. La segunda, algo más alta (1.80 metros) y también más introvertida, es una escolta zurda originaria de Senegal que se licenció en Económicas en Oklahoma. Livia López, presidenta del Araski, recurrió a ambas el pasado verano para la segunda aventura del conjunto vitoriano en la categoría de plata del baloncesto estatal. En principio, ambas permanecerán en la capital alavesa hasta abril, cuando finalice la competición a la espera de la decisión que tome el club respecto a su futuro.
DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha compartido unas horas del día a día de estas risueñas jóvenes que se han integrado a la perfección en el vestuario y convertido en un factor importante para que el Araski sea en la actualidad séptimo con un balance de cinco victorias y cinco derrotas. Rosetta y Oumul, uña y carne, residen en el barrio de Aranbizkarra. Su segunda casa suele ser el polideportivo de Mendizorroza, a donde acuden todas las tardes y las mañanas del lunes y miércoles, o Ibaiondo. No son muy madrugadoras, ya que, reconocen, “a veces nos cuesta dormir”. Por eso, toca diana “a las diez de la mañana”. A renglón seguido, ya se vuelcan en un juego en el que dieron sus primeros pinitos siendo unas adolescentes y lejos del continente que las vio nacer.
Compras y amigos Tras el trabajo de gimnasio y cancha con los técnicos del Araski, tienen luego una cita ineludible para comer en el Asador Ataria. El poco tiempo de ocio de que disponen lo invierten en “ir de compras, aunque pasamos mucho tiempo en casa, chateando o hablando por skype con la familia”. En una ciudad que respira baloncesto por todos sus poros, también son unas asiduas los jueves y los viernes del Buesa Arena para seguir in situ los partidos de Euroliga del Baskonia. Rosetta comparte agente con su “buen amigo” Mike James -además del araberrista Jonathan Blount-, mientras que a Oumul le unen lazos estrechos con los hermanos Ilimane y Mamadou Diop, senegaleses como ella. “Nos encanta ver el baloncesto al más alto nivel”, confiesan. Sin embargo, su jugador predilecto es Fernando San Emeterio, de quien incluso recuerdan la mágica canasta que proporcionó al Baskonia la tercera y última Liga de su historia en junio de 2010.
En Vitoria admiten estar “encantas” y soportan de buen grado las gélidas temperaturas del invierno. “En Finlandia, donde he estado los dos últimos años era mucho peor. Es una pena que no haya playa”, bromea Rosetta, una base temperamental que vivió durante su infancia en Italia y, más tarde, en Charlottesville.
Oumul, una musulmana con convicciones religiosas tras su paso por la Southern Nazarene University, es la séptima de ocho hermanos que descubrió a los 11 años su vocación por el mundo de la canasta. El fallecimiento de su padre, director de un colegio en Saint Louis (Senegal), la dejó muy marcada. Ahora se considera una afortunada de la vida por el sufrimiento y la falta de recursos en su país natal. “Yo sólo era una niña con un sueño enorme -estudiar en Estados Unidos-. Mis posibilidades de que se hicieran realidad eran de una entre millón, sin embargo siempre creí que si tenía fe en ese sueño lo podría cumplir. Y así ha sido”, evoca esta zurda dotada de una gran muñeca.
A punto de alcanzar la Liga Femenina 2 su ecuador, el rendimiento de ambas está dejando en líneas generales un buen sabor de boca en toda la familia del Araski. El cuadro vitoriano está instalado en la zona media de la clasificación y no renuncia a un play off de ascenso para el que la competencia es feroz. “Estamos en un gran equipo, con jóvenes de un gran talento como Itsaso (Conde) y Cristina (Molinuevo) que ahora tiene mucha confianza que al inicio de la temporada”, elogian estas dos africanas que promedian 8 y 16 puntos por partido, respectivamente.
Altura. 1,80 metros.
Posición. Escolta.
Edad. 24 años (03-02-1990).
Lugar de nacimiento. Galoya (Senegal).
Trayectoria. Cursó estudios y jugó en la Southern Nazarene University, proclamándose campeona de la NCCAA D2. Internacional con su país en numerosas ocasiones habiendo jugado el Afrobasket. Vive ahora su primera experiencia en Europa.
Estadística. 15,9 puntos y 2,1 rebotes en 33 minutos.