gasteiz - Jorge Dueñas (Bilbao, 1962) logró el pasado domingo su cuarta medalla al frente de la selección española de balonmano femenino: una plata en el Europeo tras caer en la final ante Noruega (28-25). Fue una presea agridulce, pero con el paso de los días, el técnico ha comenzado a apreciarla como otro éxito en su carrera.

Se pudo apreciar en la entrega de premios que no les supo muy bien la medalla de plata.

-Las platas siempre saben amargas porque perder el último partido deja muy mal cuerpo. Además, estuvimos muy cerca del oro, entonces teníamos la sensación de haber conseguido algo importante pero que podía haber sido algo mucho mejor.

Supongo que en frío, las sensaciones cambian.

-Claro. Luego, de vuelta a casa, comienzas a ser consciente de lo que has conseguido. Que has estado cerca del oro, pero que esta plata sabe también muy bien. Hemos dejado a 14 equipos detrás.

Os volvió a tocar Noruega en la final, como en el Europeo de 2008. Y os volvió a ganar. ¿Se le puede llamar ya vuestra bestia negra?

-En la primera fase del Europeo nos ganaron de tres, pero se lo hicimos pasar mal. No estuvieron cómodas. Y algo parecido pasó en la final. Noruega nos tiene bastante miedo, pero en la final no estuvimos del todo acertadas en lanzamientos muy claros y el arbitraje tampoco nos ayudó porque fueron a favor del equipo que tiene más tradición y palmarés.

Realizaron una primera mitad que rozó la perfección. ¿Qué les dijo a las chicas antes del partido para que salieras con tantas ganas?

-Sobre todo que el equipo fuera fiel a sus características, que disfrutaran de la final, y que hicieran todo como lo habían hecho hasta ahora. Quiero pensar que esas palabras impregnaron porque en la primera mitad jugaron con esa alegría que tanto nos caracteriza.

Colocarse cinco arriba ante toda una Noruega no es sencillo. ¿Se vio en algún momento con el oro en la mano?

-No. Tenemos suficiente experiencia para saber que, en dos minutos, Noruega te puede dar la vuelta, como ocurrió. El equipo nórdico tiene mucha calidad y es muy rápido, son chicas que están acostumbradas a jugar al máximo nivel.

Noruega logró remontar, pero las ‘guerreras’ estuvieron muy cerca de forzar la prórroga.

-Así es. Vimos el oro muy cerca y por eso nos sabe tan mal esta derrota. Nos pusimos a un gol a falta de dos minutos y vimos que la tendencia era ascendente para nosotras, mientras que ellas comenzaban a tener muchas dudas. Vimos una puerta abierta para sacar la final adelante, pero se nos escapó por detalles.

En esos minutos finales, la portera noruega, Solberg, lo paró todo. ¿Ha tenido pesadillas con ella?

-Estuvo a un buen nivel, fue un poco la culpable de que nos faltara ese acierto para poder culminar la remontada. Noruega siempre ha tenido buenas porteras, de hecho, es una de sus bazas, una buena defensa que además queda amparada por porteras increíbles.

Con la perspectiva que dan los días, ¿qué valoración hace del Europeo?

-Hemos estado a un nivel muy alto exceptuando la segunda parte ante Rumanía. Tampoco es que jugáramos mal, sino que ellas tuvieron un rendimiento bueno en la portería y eso nos minó la confianza. Además, los equipos cada vez te conocen más. Las contrarias también juegan, pero el hecho significativo es que de ocho partidos, siete y medio han sido muy buenos.

Con el Europeo acabado, se habla de un relevo generacional en el equipo. Como entrenador, ¿cree que hay ‘guerreras’ para rato?

-Hemos aunado un grupo de jugadoras ambiciosas y con talento, y tenemos esa pizca de suerte necesaria para que la pelota, en vez de dar al palo, entre. Hay un recorrido bueno hasta Río, pero a partir de ahí veo complicado mantener este nivel porque las condiciones han hecho que las jugadoras tengan que emigrar y que las que se quedan apenas tengan posibilidades de entrenar mucho y bien. Ahora, en muchos equipos, el balonmano es algo complementario.

En ese relevo parece haber tomado nota de Ainhoa Hernández, la pivote del Zuazo. ¿Cómo la ve?

-Ainhoa está llamando a la puerta de las guerreras desde hace mucho y apuesto por ella. Tiene potencial para formar parte de la selección en los próximos años. Ella lo sabe, insisto para que sea mejor y si capta el mensaje será una de las jugadoras importantes.

A pesar de ello, fue uno de los dos descartes que hizo para el Europeo. ¿Qué le llevo a esa decisión?

-La convocatoria para el pre europeo la hice pensando en que todas las jugadoras que me llevaba eran apta para jugar el torneo continental. Decidí escoger a otras jugadoras que juegan en su posición, pero si me hubiera llevado a Ainhoa, hubiera dado el nivel. Podía haber estado perfectamente, pero solo puedo llevarme a 16.

Sin tiempo para saborear la plata, ya ha salido su rival para sellar el pase al próximo Mundial: Eslovaquia. ¿Qué le parece?

-A Eslovaquia le vi ganar a Serbia en el Campeonato de Europa, lo que demuestra que tiene nivel y progresa. Además, la eliminatoria es en junio y no es la mejor fecha para jugar. Es cuando la temporada llega a su fin y las jugadoras tienen ya muchos partidos en las piernas. Puede ser un momento muy cansado y eso es peligroso porque nos jugamos mucho.

Para acabar, en Navidad y con este final de 2014, ¿qué le pide Jorge Dueñas al nuevo año?

-Que las cosas sigan evolucionando como este año, que hemos sido capaces de volver a conseguir una medalla después del ciclo olímpico anterior.