Mireia Belmonte volvió a demostrar su categoría al estrenarse a lo grande en los Mundiales de Doha (Qatar) de piscina corta, con dos oros y dos récords del mundo en los 200 mariposa y en los 400 estilos.
La catalana afrontaba dos retos de mucho nivel, porque enfrente estaba su gran rival Katinka Hosszu, pero nada fue obstáculo para la doble medallista olímpica, a un sensacional nivel a la hora de la verdad donde, no sólo fue capaz de derrocar a la magiar, sino que lo hizo con sendas remontadas y después de una sesión matinal donde Hosszu parecía inalcanzable.
La húngara había marcado distancias en las series clasificatorias, aventajando en más de un segundo a Belmonte en los 200 metros mariposa y en unos amplios cinco en los 400 estilos, lo que parecía condenar a la catalana por asegurar la plata.
Sin embargo, Hosszu comprobó pronto que Belmonte es una fiera competidora. La primera cita para ambas eran los 200 mariposa, distancia en piscina corta en la que la de Badalona fue campeona del mundo en 2010 en Dubai. La húngara dominó los 150 primeros metros , que Belmonte afrontó a algo más de medio segundo, pero en un ejercicio de explosividad firmó un final espectacular para vencer con 1:59.61, superando los 2:00.78 de la china Liu Zige en 2009.
La segunda cita fue minutos después en los 400 estilos. Fue otro mano a mano entre ambas y un guión similar, con Belmonte espectacular en los dos últimos estilos, la braza y el libre, donde enjugó la ventaja que se había labrado la de Pécs, que nadó más lenta que en las series matinales. Belmonte acabó con 4:19.86, superando el récord de 4:20.85 que tenía desde agosto de 2013 la propia Hosszu. - E.P.