MADRID - La Policía señala a la Federación de Peñas del Deportivo como causante de su ignorancia previa respecto a la quedada de ultras de Riazor Blues con los del Frente Atlético en la mañana del pasado domingo, en los aledaños del Vicente Calderón, un encuentro que acabó en batalla campal y la muerte Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, ya que vendió unas cien entradas a ultras del Riazor Blues para el partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo sin conocimiento de los agentes de seguridad.
Así lo indicaron a Efe fuentes policiales. Sin embargo, el director de Seguridad del Deportivo alertó a la Policía de que “al menos” un autobús de los Riazor Blues, peña a la que pertenecía el fallecido, viajaba a Madrid, informa Europa Press. Desde el club coruñés rechazaron que se les vendieran entradas, pero precisaron que, al tener conocimiento de que se desplazarían a la capital del Estado, avisaron a la Policía.
Por su parte, el Comité territorial del Sindicato Unificado de Policía (SUP) emitió ayer un comunicado defendiendo la labor de los agentes encargados de supervisar los desplazamientos de los hinchas, afirmando de que sí avisaron a la Comisión contra la Violencia de que al menos 50 miembros de Riazor Blues tenían previsto viajar en uno de los autobuses a Madrid.
La ignorancia previa es uno de los argumentos en los que se basa la Policía para no haber dispuesto más control y medios de seguridad en torno al partido, que no estaba declarado como de alto riesgo.
Por su parte, la Federación de Peñas del Deportivo guarda silencio a la espera de que concluya la investigación en curso, si bien remitió un comunicado en el que condenan y lamentan “los incidentes ocurridos” en las inmediaciones del Calderón.
Según la versión policial, su ignorancia sobre esta quedada mortal se debió a que los ultras se habían retado por WhatsApp, habían alquilado los autobuses en Lugo y llevaban un coche lanzadera para avisar de sobre la presencia de agentes en la ruta.
Así lo explicaron fuentes policiales al referirse a la reyerta, en la que participaron unas doscientas personas que se agredieron con bates de béisbol, barras de hierro y armas blancas y en la que murió Jimmy.
Los investigadores sí tenían constancia de que unos treinta seguidores ultras del Deportivo habían adquirido entradas para el partido, pero no tuvieron conocimiento de que los radicales gallegos fuesen a desplazarse a Madrid en gran número o que se hubiesen retado con los seguidores del Atlético. Pero sí lo hicieron, en concreto 130 en dos autobuses que no fueron alquilados en Coruña, sino en Lugo, y en algún coche.
Si la Comisión Estatal contra la Violencia hubiera calificado el partido de alto riesgo, como ocurre en otras ocasiones, el dispositivo se habría desplegado antes y se habría escoltado a los seguidores de ambos clubes en su camino hacia el estadio.
un delincuente Según refleja la autopsia, Jimmy murió sufrió un traumatismo craneoencefálico con hemorragia y el estallido del bazo por un golpe provocado posiblemente por una barra de hierro.
La víctima sufrió “traumatismo craneoencefálico con hemorragia interna y estallido de víscera maciza, bazo, provocado posiblemente con barra de hierro de 2,5 centímetros de grosor”. Francisco Javier Romero Taboada, de 43 años, falleció al no superar la parada cardíaca con la que ingresó en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Clínico de Madrid.
Jimmy se aferró a una cadena que le lanzaron dos policías municipales hasta que dos bomberos se tiraron a por él y lo llevaron, semiinsconsciente, a la orilla.
Eran las 08:58 cuando unos agentes de movilidad alertaron a los servicios de emergencia de que al menos dos hombres había caído al agua, según relató a Efe Emergencias Madrid.
Ambos flotaban junto a la orilla en la que hay un muro de unos cinco metros. Los agentes de movilidad ayudaron a salir del agua al hombre que se encontraba aparentemente mejor, que podía nadar. Mientras, el otro hombre, Jimmy, estaba, agotado y herido, en una zona cercana al muro. Jimmy se aferró a la cadena, luchando por no perder la consciencia, hasta que unos cuatro minutos después llegaron los bomberos y le alzaron.
Ayer se supo que Jimmy disponía de antecedentes policiales y no tenía buena fama en la parte vieja de A Coruña, donde vivía con su mujer y un hijo de corta edad. Calificado de “persona conflictiva” a quien “le gustaba la bronca”, el ultra fallecido fue detenido en nueve ocasiones por la Policía entre los años 2001 y 2013. Entre los delitos por los que fue detenido constan una pelea con ultras del Zaragoza, malos tratos, tráfico de estupefacientes o varios robos, algunos de ellos con violencia e intimidación, según informaron fuentes policiales.
Estas mismas fuentes precisan que la última vez que fue arrestado fue el 13 de mayo del pasado año en un enfrentamiento entre su grupo ultra, los Riazor Blues, y los radicales del Zaragoza, los Ligallo, de perfil ultraderechista. Un año antes, el 30 de enero de 2012, agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) le detuvieron en ese mismo estadio al ser sorprendido en compañía de su mujer por tráfico de estupefacientes entre los aficionados deportivistas.