donostia - La llegada del escocés David Moyes al banquillo de la Real Sociedad permite a la Liga española recuperar ese toque británico tan común en los orígenes de la competición, hace casi un siglo, con incursiones esporádicas de ilustres técnicos, y tan poco frecuente en los últimos tiempos. En los inicios del torneo español, los entrenadores de las islas fueron claros protagonistas de los banquillos, por número y éxitos. James Bellamy condujo al Barcelona al título en la primera campaña, la 1928-29 y Fred Pentland al Athletic en las dos siguientes ediciones.
El Barcelona de Bellamy, no obstante, sufrió la derrota más amplia de la historia del club en la Liga (12-1 ante el Athletic), y Pentland, apodado el bombín, había sido cinco veces internacional con Inglaterra y luego destacó como técnico, principalmente en la Liga, en el Racing, el Oviedo, el Atlético de Madrid y el Athletic.
Robert Firsth, que llevó al Racing de Santander al segundo puesto liguero en 1932, fue el encargado de conducir al Real Madrid a su primer título en la siguiente campaña (1932-33).
De la otra isla, Irlanda se ganó un hueco en el palmarés con Patrick O’Connell, campeón con el Betis en la campaña 1934-35. El dublinés también dirigió a equipos como Racing, Oviedo, Barça, al que había entrenado durante la Guerra Civil, y Sevilla.
El Athletic consiguió su cuarta corona liguera con el británico William Garbutt en la temporada 1935-36, tras su exitoso periplo en el Calcio, sobre todo en el Génova. Igualmente pasó por Roma, Nápoles y Milan.
Desde la Liga de Garbutt, los entrenadores de las islas no volvieron a obtener el título hasta que lo hizo un técnico de gran prestigio como Terry Venables al frente del Barcelona en la edición 1984-85. Lo peor para el inglés fue la derrota en la final de la Copa de Europa de 1986 ante el Steaua de Bucarest en los penaltis.
El técnico de trayectoria más dilatada en la Liga estatal fue el galés John Benjamin Toshack, subcampeón de Liga en la campaña 1987-88 y campeó con el Real Madrid en la 1989-90. El preparador de Cardiff llegó a la Liga en 1985 a través de la Real Sociedad y procedente del Sporting de Lisboa. Tras cuatro años pasó al Real Madrid y luego tuvo otras dos etapas en el conjunto realista, otra en el cuadro blanco y estuvo en el Deportivo y el Murcia, entre otros equipos y selecciones.
Lowe y Coleman La Real Sociedad tuvo entre 1930 y 1935, a Harry Lowe (dirigió también al Espanyol) y al galés Chris Coleman entre junio de 2007 y enero de 2008, antes de que dimitiera por diferencias con el entonces presidente, Iñaki Badiola.
El fallecido Bobby Robson es otro de los mitos de los banquillos británicos que dejó su huella en la Liga española en la campaña 1996-97, en la que dirigió al Barcelona y contó con el portugués Mourinho como ayudante.
A finales de los años 60 y principios de los 70 irrumpió Vic Buckinham, uno de los precursores del fútbol total que dio la alternativa en el Ajax a Johan Cruyff. Dirigió al conjunto azulgrana entre 1969 y 1971 y luego al Sevilla once partidos y no pudo evitar el descenso del cuadro andaluz, en el que estuvo entre 1986 y 1987 el escocés Jock Wallace sin gran relevancia.
Ronnie Allen guió al Athletic entre 1969 y 1972 al segundo puesto liguero y a un título de Copa, y Howard Kendall, muy ligado al Everton como jugador y técnico, también estuvo en San Mamés poco más de una temporada (junio 1987-noviembre 1989). Ron Atkinson estuvo doce jornadas en el Atlético de Gil, que luego contó con Colin Addison, un técnico que además dirigió a Celta, Cádiz y Badajoz. El fútbol español ha tenido otros técnicos británicos, como Alexander Keeping en el Madrid, John Mortimore en el Betis, o James Herriot, Rodolfo Galloway y Jack Grenwell en el Valencia, entre otros, pero con menos reconocimiento. Moyes recobra así el sabor británico para la Liga.- J.A.P./Efe