GASTEIZ - Unos dicen que son los nervios y otros aseguran que es por la viveza del material, pero lo único cierto y seguro es que el número de faltas de saque se ha elevado sustancialmente en la presente edición del Cuatro y Medio de la LEP.M. Y es que los protagonistas de los 14 partidos del campeonato que se han disputado hasta la fecha han cometido la friolera de 27 errores con el disparo inicial, datos que arrojan un promedio de casi dos faltas de saque por partido. Una auténtica barbaridad, más aún teniendo en cuenta que cuatro de los 14 enfrentamientos han terminado sin fallos a la hora de ejecutar el disparo inicial.

Aimar Olaizola, el pelotari más laureado de la modalidad (siete txapelas le contemplan, las tres últimas de manera consecutiva entre 2011 y 2013), argumentaba recientemente que no resulta sencillo meter la pelota entre el tercer y el quinto cuadro del frontón (así lo exige el reglamento de la competición). “Desde fuera parece fácil, pero no lo es”, decía. Él mismo, el mejor especialista dentro de la jaula (sus resultados así lo refrendan), recordaba que en ediciones pasadas hubo algún partido en el que llegó a cometer dos faltas de saque. Es más, el pasado sábado, día en el que se estrenó en la presente edición del torneo, cometió una en el duelo que le enfrentó a Oinatz Bengoetxea en el frontón Labrit.

También tienen mucho que ver en estos errores con el primer pelotazo los riesgos que asumen los pelotaris con el fin de terminar el tanto lo más rápido posible. Algunos lo consiguen, como es el caso de la gran revelación del torneo, Mikel Olaetxea, que acumula cuatro triunfos en otros tantos compromisos, citas en las que ha logrado de 20 tantos directos con el saque. En cambio, otros han corrido peor fortuna, aunque especialmente sangrantes fueron los casos de Mikel Urrutikoetxea y Abel Barriola, ya fuera del campeonato. El delantero vizcaíno cometió cinco faltas de saque en el duelo que perdió contra Julen Retegi (22-19), mientras que el leitzarra, el último zaguero que fue capaz de calarse la txapela de la jaula, aunque de eso hace ya 13 años, hizo cuatro faltas de saque que le condenaron en su enfrentamiento contra Mikel Olaetxea (22-18).

La dificultad y los riesgos son dos de las posibles causas, aunque otros apuntan hacia un material excesivamente vivo que propicia más errores de los habituales. La cuestión es que los supervivientes están avisados. Los saques son decisivos: a veces para bien, a veces para mal. - J.L.