Pretoria - Oscar Pistorius fue condenado ayer a una pena de cinco años de prisión como culpable de un delito de homicidio por matar a tiros a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, sentencia que pone punto y final a un juicio que ha durado más de siete meses.

Por primera vez desde que obtuvo la libertad bajo fianza en febrero del año pasado, días después del crimen, el célebre deportista no salió del tribunal escoltado por su familia.

Esta vez fue un policía quien le acompañó, y su destino no fue la calle, sino los calabozos del Tribunal Superior de Pretoria. La sentencia, leída en audiencia pública por la jueza del caso, Thokozile Masipa, estima que Pistorius obró con un “alto grado de negligencia” cuando abrió fuego a través de la puerta cerrada del baño contra Steenkamp, a la que según su versión, aceptada por el tribunal, había confundido con un intruso.

“Disparó una y no cuatro veces”, recordó la jueza, al mencionar los parámetros para medir el grado de negligencia del homicidio, entre los que también citó las reducidas dimensiones del retrete, un cubículo “del que no había escapatoria” para la víctima.

Por esta razón, Masipa desestimó condenar al corredor a una pena de arresto domiciliario como pedía la defensa, que alegó que el atleta -que tiene las piernas amputadas desde que tenía once meses por un problema genético- no podría recibir la atención adecuada en una cárcel sudafricana por su condición de discapacitado.

La magistrada cree que los abogados de la defensa “exageraron” la vulnerabilidad del atleta, y que las prisiones del país austral pueden garantizar un tratamiento apropiado de presos con “necesidades especiales”.

“Una sentencia sin custodia enviaría un mensaje erróneo a la sociedad, pero una sentencia larga no sería apropiada”, indicó la jueza, que resaltó también la necesidad de no dar la impresión de que “hay una ley para los pobres y desfavorecidos y otra para los ricos y famosos”.

Masipa rechazó “una sentencia larga” por el “arrepentimiento genuino” mostrado por el corredor, e insistió en diferenciar entre el “interés de la sociedad” y la presión social en favor de una condena severa, que, en su opinión, rayaría en la “venganza”.

La ley sudafricana prevé una penas máxima de quince años de cárcel para el delito de homicidio. El fiscal solicitó una condena de al menos diez años para Pistorius, que, en Londres 2012, corriendo sobre unas prótesis de carbono, se convirtió en el primer atleta que competía en unas Olimpiadas con atletas no discapacitados. Pistorius, de 27 años, fue trasladado al mediodía por un furgón policial a la prisión de Kgosi Mampuru de Pretoria, en cuya sección hospitalaria comenzará a cumplir condena.

Experto legales aseguraron que el corredor podría obtener la libertad condicional cuando haya cumplido diez meses de la sentencia.

Tiene “bastantes posibilidades” de cumplir el resto en libertad vigilada si tiene un buen comportamiento en prisión, aunque la decisión que deberá ser tomada en su momento por las autoridades penitenciarias.