MOTEGI - Si tratáramos sobre un piloto perfecto, ese sería el que gana todo lo que disputa, el que monopoliza, pero en el mundo de los mortales, aún no ha nacido quien lo materialice. De modo que el piloto perfecto, lo más carnal que haya acontecido, hoy por hoy, es aquel que sabe reinventarse a fin de cosechar el mayor número de éxitos, alguien camaleónico, aquel que arriesga, pero también que controla sus excesos, que tiene mesura a la par que diablura, alguien que domina angelical sobre la moto y que es devastador porque lo pide su ambición. Y Marc Márquez (17-II-1993, Cervera), tan acaparador por inconformista, tan ganador, cuasiperfecto, ayer se reprimió. Supo reinventase con una versión nada común en él. Aparcó sus ansias de victoria, contradijo a su espíritu rebelde, a su corazón guerrero, para anteponer la sensatez, la cordura, la prudencia y la paciencia. Ofertó un nuevo manual de estilo después de dos carreras contadas con caídas, San Marino y Aragón, en las que perdió la ocasión de certificar su proclamación como campeón del mundo de MotoGP. El Gran Premio de Japón, feudo de Honda, donde nunca se había coronado un piloto de la fábrica japonesa, era la cita elegida en el calendario. Había que atar el título, dejar de posponerlo, dejar de sacrificarlo por la ambición, entre otras cosas, para satisfacer al mandamás de Honda, que le pedía el título en casa. Esta vez se anteponía la proclamación, cuarta en los últimos cinco años, a los triunfos parciales.
La sangre que corría por las venas de Márquez era gélida ayer. Con 21 años, despachaba su juventud para armarse de madurez. Cuajó la serenidad. Brindó por la templanza. Se fundió el semáforo rojo y se desató su estratégica planificación. No sin sobresaltos. Largando cuarto, en el primer recodo de la carrera contactó con la moto de Jorge Lorenzo y bajó a la sexta posición. Desde allí comenzó a gestionar riesgos, a economizar. “Aquí no me podía permitir un tercer error consecutivo y quizás por eso en la primera curva tuve demasiado miedo y me pasaron pilotos, aunque pienso que es normal ya que corrí pensando en ganar el campeonato”, diría. La advertencia era suficiente mensaje. Entonces hizo a su corazón prisionero de su cabeza, lo esposó. Prudencia, iteraba.
En el primer giro ganó una posición, se instalaba quinto, paciente, administrando. Se libró de Pedrosa mientras Valentino Rossi estiraba la prueba desde la cabeza, secundado por un Lorenzo que en la previa firmaba el título de Márquez si resultaba ganador en Motegi.
Márquez se tomó tres vueltas para dar caza a Iannone y en ocho fraguó el adelantamiento a Dovizioso. El de Cervera ya era tercero y la siguiente estación era Rossi, que en los prolegómenos había cedido al empuje de Lorenzo, que a esas alturas cortaba el viento. Así, Márquez, tercero, se hizo investigador, analista de trazadas. Con la mansedumbre del santo Job, templó los nervios detrás de Rossi, el rey destronado, la senda legendaria en la que viaja a rebufo Márquez. Procuró un robo de posición de guante blanco, sin agresiones, cosa cómoda. Lo intentó a 10 vueltas del final y Rossi resultó respondón. Márquez tuvo que hincharse de calma sin cesar en la perseveración. Fue a 6 abrazos al circuito de ver la bandera ajedrezada cuando cobró la posición. Era segundo, su techo según su planificación.
Como una lechera, en ese instante a Márquez le salían las cuentas de campeón. Había dejado atrás a Pedrosa y Rossi, indispensable esto, y solo Lorenzo quedaba ante su carenado, la excepción. Ayer no le importaba a Marc desechar el triunfo, no opositar a él, pues su planteamiento fue claro, asegurar la segunda plaza, mantener alejado a Rossi el resto de vueltas.
Las diez victorias trenzadas en el arranque de la temporada le han venido concediendo una tremenda coartada para la asunción de riesgos y bueno, ayer también plasmó la conformidad, saciedad, contemplando sin resignación desde la lejanía al vencedor Lorenzo.
Gran Premio de Japón
1. Jorge Lorenzo (Yamaha) 42:21,259
2. Marc Márquez (Honda) a 1,638
.3. Valentino Rossi (Yamaha) a 2,602
.4. Dani Pedrosa (Honda) a 3,157
.5. A. Dovizioso (Ducati Open)a 14,353
Campeonato del Mundo
1. Marc Márquez (Honda) 312 puntos
2. Valentino Rossi (Yamaha) 230
3. Dani Pedrosa (Honda) 230
4. Jorge Lorenzo (Yamaha) 227
5. Andrea Dovizioso (Ducati Open) 153