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LUXEMBURGO Joubert; Jans, Chanot, Philipps, Janisch; Gerson; Holter, Mutsch (Deville, m.86), Da Mota (Payal, m.75), Martins (Turpel, m.60); y Bensi.

ESPAÑA De Gea; Carvajal, Bartra, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Koke, Iniesta (Bernat, m.70), Silva (Pedro, m.70); Alcácer y Diego Costa (Rodrigo, m.82).

Goles 0-1, m.27: Silva. 0-2, m.41: Alcácer. 0-3, m.69: Diego Costa. 0-4, m.87: Bernat.

Árbitro Pawel Gil (POL). Amonestó a Holter y Chanot por Luxemburgo; y a Diego Costa y Piqué por España.

Estadio Josy Barthel. 7.800 espectadores

luxemburgo - La selección española se levantó de la dura derrota de Eslovaquia goleando en Luxemburgo (0-4), el día que del Bosque sentó a Iker Casillas para dar la alternativa a David de Gea y Diego Costa escenificó su obsesión con el gol, fallando innumerables ocasiones, hasta que marcó la más inesperada.

Obligada a levantarse y reaccionar, España regresó a la normalidad en Luxemburgo. Comienza a acostumbrarse a vivir en una nueva realidad, enterrando con malos resultados su época más gloriosa y buscando variantes a su estilo. Lo hizo del Bosque apostando por dos delanteros el día que sentó a Iker Casillas.

Del Bosque busca una dulce transición en la portería sabiendo que es una tarea imposible por el debate que envuelve cada paso de Casillas. Lo alimenta introduciendo una rotación en partido oficial que hasta ahora nunca estuvo en su libro de ruta. Tampoco la dupla ofensiva, juntando a dos nueves. Desde David Villa y Fernando Torres no ocurría. De ser el falso nueve su apuesta preferida, a jugar con dos matadores que se entendieron bien en plena obsesión de Diego Costa.

España comenzó con nuevo dibujo, un 5-3-2 en faceta defensiva con Busquets incrustado entre los centrales y dos laterales convertidos en extremos como Dani Carvajal y Jordi Alba. La responsabilidad del juego recayó sobre Iniesta. La pesadilla de Costa no tardó en empezar. A los dos minutos controlaba mal, esquivaba al portero rival y se dejaba caer pidiendo penalti. España tocaba con velocidad, el secreto del éxito en partidos ante rivales de inferior calidad técnica. Costa dejó un testarazo ante el que se lució Joubert y un remate blando a sus manos, como después firmó dos buenas ocasiones que no se concretaron.

España quería matar el partido, sentía la debilidad del rival y todos buscaban a Costa para que lograse el tanto más deseado de su carrera. Tras rematar tarde un centro medido de Alba, fue cuando llegó el peor de los errores que puede tener un nueve. Completamente solo tras un pase al espacio de Koke, encaró al portero y chutó muy desviado con todo a favor para marcar.

Quería desaparecer del lugar del crimen y se tapó la cabeza con la camiseta. Desde entonces no paró de recibir carantoñas de sus compañeros. Le venían bien porque Alcácer, tras perdonar otra ocasión clara, no falló y marcó su tercer tanto en cuatro partidos. Antes lo había hecho Silva.

Con todo sentenciado España rebajó el ritmo en el segundo acto. Las palabras de Del Bosque relajaron a Diego Costa, que acabaría encontrando su premio cuando menos lo esperaba. Regaló una clara a Alcácer que no acertó a rematar e Iniesta chutó arriba. Cuando España notaba el bajón físico de Iniesta y Silva, llegó al fin el tanto de Costa. Después de 514 minutos, tras mil rechaces en el área.

España acabó el partido con un 4-4-2 clásico, el estreno de Juan Bernat en el extremo zurdo y dejándose llevar hasta que apareció la ilusión de los debutantes. En el último suspiro, Rodrigo inventó. Un amago y pase perfecto a la velocidad de Bernat, que puso el broche a la goleada metiendo la puntera izquierda.