COMO siempre, Juan Martínez de Irujo comenzó sacudiendo a la pelota y le cogió varios tantos de ventaja a Julen Retegi. Eso sí, me pareció un material muy exagerado y poco se pudo hacer. En el 10-1, Julen cambió de pelota y consiguió hacer unos tantos.
Con ese tipo de cueros, cuando tienes el saque y aciertas, haces mucho daño. Además, Irujo le da mucho a la pelota y vi claramente que lo tenía muy crudo, porque la ponía muy lejos. Aun así, cuando Julen seleccionó su material, una pelota que no era muerta, también era viva; ya se vio que pudo haber partido,
Al principio fue difícil sujetar a Juan, porque siempre empieza muy fuerte y el saque le tocó a él. El disparo inicial favorece siempre mucho a cualquiera y más a Irujo. El resultado reflejó lo que fue el partido, prácticamente Retegi no pudo hacer mucho más. Pero, con un material de menos bote, yo me hubiera atrevido a decir que Julen podría ganarle.
Cuando el marcador se puso 10-6, no me ilusioné. Porque sabía que una vez más, con el saque, por muy bien que hubiese restado esa pelota no había nada que hacer. Hubo unA vez que botó en el cinco y medio y se fue hasta el rebote, porque era muy botona.
Siempre que tengas el saque, si te favorece la pelota, que en este caso a Juan le iba, lo tienes crudo. Lo que sí pude ver es que si hubieran tenido que jugar con la pelota que sacó Julen, si hubiese habido partido.
En la elección, me parecieron de menos bote y ayer vi que la pelota cogió demasiado bote y ocurrió lo que ocurrió.
Por otra parte, fue espectacular lo que hizo Julen al devolver ese golpe en el rebote, pero ese es el dicho del mucho: mucho, bonito y tiene mérito, pero nada más. Aunque eso significó que estuvo en el partido en todo momento y que tiró muchos golpes a buena. Aun así, a mí me hubiera gustado ver un partido más enfrentado y de tú a tú. Irujo esta ahí como campeón y después está también Aimar Olaizola, que en este caso se quedó eliminado por Julen y su mérito ahí está. Ayer también me sorprendió en unas defensas que parecían imposibles, porque pelota que ponía en el cuatro, el otro la ponía muy alta. En los primeros tantos Julen luchó como un jabato y llevó muchas pelotas a buena, incluso me molestó un poco que se quejasen de un de un ‘atxiki’, pero siempre se ve la paja en el ojo ajeno y desde la silla estás muy nervioso.
Julen tuvo detalles muy buenos, pero en eso se quedó. Aunque, como dice él, va a estar en la historia de la pelota mano por haber jugado una final y espero que no sea la última.