La final del Manomanista de este año fue por los derroteros que más o menos esperaba. Juan Martínez de Irujo demostró garrote y potencial para jugar al mano a mano y para vencer a Julen Retegi. Siempre cabía la posibilidad de que el de Eratsun jugara perfecto, pero el material, a mi parecer demasiado vivo, se adaptó a la perfección a Irujo. Es muy complicado defender así. Tampoco Julen acertó restando a bote. Para jugar contra un pelotari como Juan tienes que ir de aire porque no siempre puedes darle un resto tan bueno. De todos modos, Irujo estuvo fresco y dio una exhibición con la derecha. Una txapela más para un pelotari increíble.
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