sao paulo - En noviembre de 2009, Suiza celebró con regocijo un éxito sin precedentes para su fútbol: la selección sub'17 se proclamó campeona del mundo en Nigeria con una prometedora camada de jugadores de los cuales varios (Granit Xhaka, Haris Seferovic...) han entrado cinco años después en la selección que disputa este Mundial de Brasil. Se trata de una generación llamada, junto a otro joven talento como Xherdan Shaquiri, a liderar el balompié de un país que acostumbra a realizar notables papeles en los campeonatos de categorías inferiores (la Suiza de Reto Ziegler, Tranquillo Barnetta y Phillippe Senderos, todos ellos mundialistas, ganó también un Europeo sub'17 en 2002) pero que fracasa estrepitosamente con los mayores: nunca ha pasado de la fase de grupos en sus tres Eurocopas y su mejor marca en un Mundial, los cuartos de final, data de 1954.

14 días después de que el txuri-urdin Seferovic marcara el gol que valía una corona mundial en el National Stadium de Nigeria, Fabian Schär (20-XII-1991) debutaba en la Segunda División suiza con el FC Wil 1900 de su localidad natal. Por edad, Schär debería haber sido parte de ese combinado, pero por aquel entonces este defensa central no era más que un anónimo jugador del que muy pocos esperaban que tuviera la progresión que ha alcanzado posteriormente, habiéndose convertido a día de hoy en pieza básica del Basilea y en objeto de deseo de alguno de los grandes equipos europeos. Su nombre ya ha salido asociado a conjuntos como el Inter o el Arsenal. Ni siquiera él tenía claro que su futuro profesional iba a estar en el fútbol, su gran sueño, y de hecho hasta hace un par de años trabajaba en un banco. Era su plan B por si las cosas no salían bien.

Y es que tras debutar con el Wil en Segunda División con solo 17 años, le costó lo suyo hacerse con un puesto en el equipo hasta el punto de que fue incluso devuelto al conjunto de reservas durante unas semanas en su primera temporada. Entonces, lo de tener una alternativa profesional parecía una buena idea. Así, Schär comenzó a hacer prácticas como banquero comercial en Raiffeisen Zentralbank. "Solía trabajar todo el día en el banco, cuando salía me iba a entrenar con el equipo, llegaba a casa a las 10 de la noche y todavía tenía que hacer los deberes", recuerda. Poco a poco, Schär se hizo importante en el Wil (un golazo suyo desde más de 60 metros ante el Aarau alcanzó más de 20.000 visitas en Youtube), en 2011 fue llamado por primera vez por la selección sub'21 y en 2012 fue fichado por el Basilea.

En principio, Schär estaba llamado a ser suplente, pero la eliminación en la ronda previa de la Champions ante el Cluj rumano le costó el puesto al técnico Heiko Vogel y su sustituto, el exjugador Murat Yakin, apostó desde el primer día por él, encandilado por su técnica, su espectacular disparo y su notable posicionamiento. A Fabian no solo no le pesó la responsabilidad, sino que se convirtió en puntal de un equipo que ganó la Liga (fue elegido mejor debutante del campeonato), fue finalista de Copa y llegó hasta semifinales de la Europa League. En agosto del año pasado debutó con la selección absoluta en un amistoso ante Brasil, el 6 de septiembre marcó su primer gol ante Islandia y cuadro días después firmó un doblete ante Noruega. No está mal para un central.

Desde entonces, Schär se ha convertido en un referente en el centro de la zaga suiza por delante de jugadores más experimentados como Djourou o Senderos. La pasada temporada debutó en la Liga de Campeones y a pesar de que el Basilea no pasó de la fase de grupos él dejó notables sensaciones individuales en los enfrentamientos ante el Chelsea y el Schalke 04. Incluso se rumoreó que el Borussia Dortmund podría haber intentado ficharle en el mercado invernal tras la seria lesión de Neven Subotic, pero al final nada se concretó. Lo que sí que parece claro es que no durará mucho en la Liga suiza pues está llamado a brillar en competiciones de mayor alcurnia y que, salvo catástrofe en forma de gravísima lesión, no tendrá que recurrir a su plan B como trabajador en un banco -mantuvo su puesto de trabajo, aunque ya a tiempo parcial, hasta que abandonó el Wil-. "Soy de esos futbolistas raros que se han labrado un porvenir más allá del fútbol. Aunque puede que no lo vaya a necesitar, tengo una cualificación a mis espaldas y ello me proporciona una buena sensación. De todas maneras, no está mal conocer de primera mano cómo hay que gestionar y mover tu dinero", dijo recientemente en una entrevista en su país. Eso sí que le vendrá bien.