río de janeiro - España regresa a Maracaná para encarar una auténtica final ante Chile a las primeras de cambio, con su vida en el Mundial 2014 en juego junto al orgullo de los campeones del mundo, obligados a vencer. En un escenario que ya conoce. El fútbol no vive del pasado y España, rival a batir, se encuentra con equipos que le tienen más que estudiado. Lo demostró Holanda, que le asestó la segunda goleada más dolorosa de su historia en un Mundial (1-5), la derrota más humillante de la era Del Bosque, que le deja al borde del abismo.

Obligado a vencer los dos partidos que le restan y hacerlo recuperando su cara más goleadora. España necesita ganar y hacerlo con goles. Para ello Vicente del Bosque retocará su idea inicial. Insistiendo que sus cambios no deben dejar jugadores señalados, consciente de que los que mande al banquillo serán los grandes culpables del pésimo inicio de Mundial. Gerard Piqué, Xavi Hernández y David Silva se perfilan. No sentará a Iker Casillas.

De su error en la final de Liga de Campeones, pasó a su peor partido como internacional frente a Holanda. Fallos que debe dejar en el olvido, dar un paso al frente y asumir que es el primer culpable. Sin Víctor Valdés, baja en el Mundial por lesión, no hay debate en la portería.

España tiene un estilo con el que ha alcanzado el éxito y Del Bosque no lo cambiará. La estadística no juega pero es un factor de ánimo para levantar a España de su peor momento. En sus diez enfrentamientos nunca perdió, gano ocho y empató dos. 25 goles a favor y ocho en contra, números que necesita mantener para no quedar a expensas de un biscotto en la última jornada. - Efe