Brasil y México, empatados a tres puntos en la cabeza del Grupo A, se enfrentan hoy (21.00 horas) en el Castelao Arena de Fortaleza con la vista puesta en los octavos de final. La canarinha debe despejar las dudas sembradas frente a Croacia, a la que superó con dificultades, beneficiándose de la ayuda del árbitro japonés Yuichi Nishimura, que señaló un penalti inexistente sobre Fred en la que es, hasta la fecha, la mayor polémica de este Mundial.
Tanto el técnico de Brasil, Luiz Felipe Scolari, como el mexicano Miguel Herrera, son conscientes del jugador rival al que deben parar. De un lado, anular a Neymar se antoja fundamental para los intereses mexicanos; del otro, Oribe Peralta llega en forma y sabe lo que es marcar y ganar a Brasil. Lo hizo en la final de los últimos Juegos Olímpicos, con dos tantos que le dieron al cuadro azteca la medalla de oro en un partido en el que tomaron parte Thiago Silva, Marcelo, Oscar, Hulk y Neymar, quienes a buen seguro saltarán esta tarde al césped del Castelao. El atacante del Zenit de San Petersburgo es duda tras abandonar con molestias el último entrenamiento en Teresópolis, aunque el delantero aseguró ayer que está en condiciones de jugar.
La verdeamarela debe no solo vencer, sino también convencer. Scolari alineará, presumiblemente, a los mismos jugadores que en el partido contra Croacia: Neymar con absoluta libertad, Fred como único hombre de área y Oscar como encargado de las labores de dirección. La principal preocupación del preparador brasileño son las jugadas de estrategia y los balones largos de un equipo que se prevé que salga con un planteamiento de corte defensivo. De este modo, prevenir el contraataque se convertirá en la principal asignatura para impedir que los mexicanos consigan ganar la espalda a Marcelo y Dani Alves cuando estos se sumen a la ofensiva.
Oscar quiso recordar la final que perdieron en los últimos Juegos Olímpicos ante los mexicanos y aseguró que deberán "rozar la perfección" ante un equipo que no se lo pondrá "nada fácil".
defensa de cinco Lejos de la presión con la que el conjunto local llega al envite, los de Miguel Herrera verían con buenos ojos un empate, suficiente para afrontar con tranquilidad el partido decisivo ante Croacia. Por ello, todas las quinielas apuntan a que Herrera apostará por una defensa de cinco, tejiendo una telaraña que obstruya la circulación de balón de Brasil, poniendo especial empeño en que Neymar tenga el acceso al esférico lo más restringido posible.
La última ocasión en la que brasileños y mexicanos se enfrentaron en partido oficial fue en la primera fase de la pasada Copa Confederaciones, precisamente en Fortaleza, donde los locales se impusieron por dos goles a cero con un tanto y una asistencia de Neymar. El balance histórico es de treinta y ocho partidos jugados, con veintidós victorias para Brasil, diez para México y seis empates. La balanza vence de momento del lado de la canarinha, aunque de los últimos catorce partidos entre ambos combinados, Brasil solo ha obtenido cuatro victorias.
Además de la citada final de Londres, los visitantes han doblegado a Brasil en otras ocasiones importantes, como la final de la Confederaciones de 1999. Sin embargo, sus tres únicos enfrentamientos mundialistas se saldaron con victoria brasileña.
Los jugadores de ambos equipos deberán compartir protagonismo con el colegiado del encuentro, el turco Cuneyt Cakir. Tras el clamoroso fallo de Yuichi Nishimura en el partido inaugural -reconocido incluso por los medios brasileños-, el colegiado, habitual en partidos de Champions, deberá ser especialmente riguroso en su labor durante el choque, que será observada con lupa por los medios de comunicación.