- España protagonizó el peor debut de un campeón del mundo en la historia de los Mundiales, vapuleado por Holanda (1-5), con el día más negro de Iker Casillas, la descoordinación defensiva, la pérdida de identidad, la falta de agresividad, el fallo en la sentencia de Silva o el show de Rooben como las claves de una humillante derrota en Brasil:

1. El día más negro de Iker: el capitán pasó de ser héroe en su última actuación en un Mundial, con una parada salvadora en la final del Soccer City de Johannesburgo, a villano por errores garrafales, imperdonables en una gran cita que le condujeron a afirmar que fue "el peor partido" como internacional de su larga carrera. Comenzó salvando un mano a mano a Sneijder y acabó evitando que Holanda marcara ocho, pero entre medias dejó muestras de inseguridad y desconfianza en sí mismo. Regaló un gol por un mal control en una jugada temida por los porteros y hasta la suerte le dio la espalda cuando fue víctima de falta en una mala salida, no señalada por el colegiado, que acabó en gol. La cornada es grave y le puede conducir a replantearse su futuro en la Roja.

2. Descoordinación defensiva: España encajó dos tantos en el Mundial 2010 y en la Eurocopa 2012 mantuvo su fuerza defensiva y tan sólo cedió uno. Sin embargo, con la misma defensa salvo el cambio de Azpilicueta por Arbeloa en el lateral derecho, ayer dejó una imagen desconocida. Un simple pase desde el costado servía para coger la espalda a los centrales. Los laterales estuvieron desaparecidos y Ramos junto a Piqué quedaron señalados al mostrar la peor de sus caras. Desbordados, siempre llegaron tarde y fueron incapaces de responder a la velocidad y el fútbol directo con el que atacó Holanda.

3. Pérdida de identidad: cuando llegaron mal dadas en la segunda parte, España dejó una imagen nunca vista hasta la fecha en la era Del Bosque en un partido oficial. Dejó de creer en su fútbol y se desconectó. Perdió su identidad y hasta la suerte que siempre apareció en su camino a los títulos le dio la espalda en momentos puntuales. Fue un juguete en manos de Holanda y hasta desapareció el toque que ha marcado el camino del éxito de la Roja en seis años inigualables. La recuperación del grupo pasa por el factor psicológico. Todos los jugadores salen muy tocados del peor estreno posible en un Mundial.

4. El fallo de Silva: seguramente todo habría cambiado si en los mejores minutos de la selección española, con ventaja en el marcador tras el tanto de Xabi Alonso, el mano a mano del que dispuso Silva gracias a un magistral pase de Iniesta lo hubiera transformado en gol. Buscó picar la pelota, blanda ante la salida del holandés Cillessen, y perdonó un 2-0 que habría impedido la exhibición holandesa. Con dos tantos a favor España podría haber especulado y apostado por posesiones mucho más largas.

5. Un gol psicológico: llegó en el último minuto de la primera parte, segundos después del error de Silva. España pasó de acariciar la sentencia a marcharse a la caseta empatada y con malas sensaciones defensivas. Un simple pase en largo desde la banda izquierda hacía temblar los cimientos. Van Persie remató de cabeza y con una gran maestría uno de esos tantos que todos los internacionales españoles coincidieron en asegurar que generó dudas que no supieron despejar. A la campeona del mundo le faltó oficio y concedió un gol imperdonable a segundos del descanso por graves errores de sus centrales.

6. El show de Robben: si había un jugador en el terreno de juego con ganas de que comenzase el partido para ahuyentar una imagen que le ha perseguido durante cuatro largos años fue Arjen Robben. En sus botas estuvo el título en el Mundial 2010 para Holanda. Su pulso con Casillas lo sacó con el pie el español en una parada milagrosa. Robben se sacó la espina a lo grande, dejando un partido perfecto, más rápido que nadie explotando su fútbol vertical y firmando un doblete que transformó su desazón en plena felicidad.

7. Falta de agresividad: España no cometió apenas faltas y ni siquiera tuvo el físico para llegar a cometerlas, superada por la velocidad con la que atacó su rival. Cometió cinco faltas en 90 minutos por 18 de Holanda. Un dato demoledor. La posesión, como siempre, fue suya (57% ante 43%), aunque no le sirvió para generar claras ocasiones de gol. Diego Costa perdonó las dos que tuvo, Fernando Torres igual cuando le tomó el relevo, Silva no supo definir y solo Iniesta se atrevió a chutar desde fuera del área. El balance ofensivo fue muy pobre. Seis tiros a puerta por once del rival.

8. Un equipo titular que no premia estados de forma: es la mayor crítica que recibirá Vicente Del Bosque. Los milagros no existen en el fútbol y jugadores que han tenido una temporada irregular en sus respectivos clubes no van a resucitar de golpe en el Mundial. Piqué y Xavi están alejados de su verdadera imagen y, aunque entre semana probó con Javi Martínez y Koke Resurrección, en el estreno ante la subcampeona del mundo mantuvo su voto de confianza en la vieja guardia. Ahora los cambios que realice ante Chile dejará a jugadores señalados. - Efe