VALENCIA BASKET Van Rossom (13), Rafa Martínez (9), Sato (2), Doellman (16), Lishchuk (5) -cinco titular-, Triguero (4), Ribas (-), Lucic (4), y Lafayette (6)

BARCELONA Huertas (11), Oleson (3), Papanikolaou (8), Nachbar (-), Tomic (9) -cinco titular- Dorsey (2), Sada (3), Abrines (3), Navarro (8), Lorbek (9) y Lampe (4).

Parciales 22-12, 9-16, 12-18, 16-14.

Árbitros García González, Conde y García Ortiz.

Pabellón La Fonteta.

valencia - Una canasta de Ante Tomic tras un providencial rebote de ataque dio al Barcelona la segunda victoria en las semifinales ante el Valencia Basket y le sitúa con todo a favor para acceder a la final, pues tiene por delante dos partidos en su pista para sentenciar su clasificación. El conjunto valenciano se sobrepuso a sus muchos problemas y supo jugar sus pocas bazas con energía e inteligencia para llevar el choque a un final a cara o cruz en el que dispuso de dos segundos para un último tiro, pero el triple que intentó Oliver Lafayette no cambió el signo del choque.

Espoleado por la contundente derrota sufrida en el primer asalto, el Valencia saltó a la cancha con energías renovadas y con una idea clara: sólo si retenía el control del rebote en su canasta podría correr y jugar a gusto. El alero Romain Sato se encargó de hacerlo y Van Rossom de acelerar el ritmo para incomodar al Barcelona. Dos triples, uno de Justin Doellman y otro de Rafa Martínez, permitieron a los locales sacar partido de su buena puesta en escena. Enfrente, un par de acciones de Papanikolaou dieron tiempo al Barcelona a meterse en el encuentro, pero al equipo catalán le costó encontrar ritmo en la anotación.

La salida a la pista de Lafayette permitió al Valencia sumar sin tener que elaborar mucho los ataques y Xavi Pascual tuvo que recurrir a la calidad de Navarro y a la experiencia de Sada para tratar de que el encuentro no se le fuera de las manos. El receso no aclaró las ideas de los locales que, incapaces de anotar, vieron cómo el Barcelona, pese a no estar tampoco demasiado inspirado, se puso por delante con un par de acciones del hasta entonces desaparecido Lorbek.

Pero, a diferencia de lo que pasó en el primer partido en una situación y un momento parecidos, los taronjas no se derrumbaron y liderados por Van Rossom y refugiados en una zona 1-3-1 se las arreglaron para que su rival no se escapara en el marcador. Una canasta de Doellman dio una mínima ventaja a los locales, que defendieron con ímpetu el último ataque visitante a costa de descuidar el rebote. Tomic no perdonó. - Efe