Washington - La selección española disputa ante la modesta El Salvador su última prueba antes de comenzar la defensa de la corona mundial en Brasil, pendiente de la evolución de Diego Costa, al que el seleccionado Vicente del Bosque, probará unos minutos para medir su recuperación.
La prueba que debe superar Diego Costa es el mayor atractivo de una España que aprovechará el amistoso ante El Salvador, selección 68 del ranking FIFA, para ganar ritmo de competición a días de su estreno en el Mundial y tras unas jornadas de intensos entrenamientos.
Del Bosque ha tenido noticias positivas en el estado de sus 23 jugadores. Han llegado en mejores condiciones físicas de las esperadas y ha podido planificar dobles sesiones de trabajo para llegar al Mundial en el mejor tono físico posible. Entre ellos han trabajado con normalidad Juanfran y Costa, las dos dudas de la lista hasta última hora por las lesiones sufridas en la final de la Liga de Campeones.
El seleccionador español dará minutos a los dos para comprobar el estado del tobillo de Juanfran y el bíceps femoral de Costa, con el que el tiempo es oro para que se acople lo antes posible al estilo de juego de La Roja. De momento se ha integrado bien al grupo y su crecimiento hace a todos creer que va a ser una de las sensaciones del Mundial.
Antes del viaje a Brasil llega el segundo y último amistoso, tras el cómodo triunfo ante Bolivia en Sevilla (2-0). Del Bosque cuenta ya con todo su grupo, sumados los jugadores del Real Madrid y Atlético, y realizará diversas probaturas durante el partido. A la portería regresa el capitán Iker Casillas, en defensa Jordi Alba tras mejorar su condición física y la liberación llegará en el campo para un jugador como Cesc Fábregas que está a un paso de abandonar el Barcelona.
Un sparring España busca un buen número de goles que haga crecer la confianza y la autoestima para afrontar el complicado reto de defender la corona mundial. Holanda aparece en el horizonte y el FedExField, estadio donde habitualmente juegan los Washington Redskins con capacidad para 85.000 espectadores, ya está preparado para disfrutar del toque de la campeona del mundo.
Mientras, El Salvador llega al encuentro con España consciente de que se enfrentará a los campeones del mundo, pero con buenas sensaciones a pesar de la derrota por 2-1 que sufrió el miércoles ante Costa de Marfil en Frisco (Texas).
No haber caído por un resultado catastrófico ante los africanos es ya una ganancia para "una selección muy inexperta aún", como la define su técnico, el catalán Albert Roca, que apenas tuvo un par de semanas para preparar estos dos amistosos.
Es previsible que El Salvador salga ante España con las mismas precauciones que mostró frente a Costa de Marfil para después adelantar un poco sus líneas.
"Tenemos que ser ambiciosos" y frente a España "mirar nuestros errores e intentar corregir, pero sabiendo que nos vamos a encontrar con una selección superior", sentenció Roca, antiguo miembro del cuerpo técnico del Barcelona que hasta ahora había ligado su carrera como técnico al holandés Frank Rijkaard.
Roca podría dar más minutos e incluso la titularidad al centrocampista Arturo Álvarez y lo mismo al atacante Rafael Burgos, del Videoton y del Gyori, ambos de Hungría. El técnico catalán encabeza el nuevo proyecto de la selección salvadoreña después de casi un año de inactividad por el escándalo de amaño de partidos.