Vitoria - De la necesidad, abunda la jerga popular, suele hacerse virtud. El exfutbolista argentino Diego Armando Maradona, nacido en una barriada de Buenos Aires, llegó al mundo con un don en su pierna izquierda al que entregó toda su infancia sin descanso. En aquellas favelas cochambrosas de Villa Fiorito, jugar con la pelota era la única distracción. Así que no fue casualidad que de aquel apostolado continuo y de un talento fuera de lo común surgiera uno de los mayores genios del fútbol mundial. Tampoco en el hogar cántabro de los Ballesteros había dinero suficiente para que uno de los vástagos, Severiano, jugara a un deporte de ricos como el golf. Dotado también de un talento extraordinario, el gran Seve tuvo que apañárselas para comenzar a embocar bolas en la playa de El Sardinero, imaginando calles y greens donde sólo había arena y matojos. El tesón, la ilusión y la fuerza, no obstante, hicieron el resto. Seve creció como golfista a la sombra de los mejores y no paró hasta convertirse en leyenda.
A otra escala bien distinta pero con un paralelismo evidente, la historia de Irantzu García y su primo Sergio Vez camina por los mimos derroteros que en su día encumbraron al futbolista argentino y al golfista cántabro a la gloria. Al igual que estos dos genios, la singularidad de esta pareja alavesa reside precisamente en la singularidad del deporte que practican, el curling, una modalidad tan desconocida que en estos momentos apenas la practican un centenar de jugadores en España, país, por cierto, donde no existe ninguna pista de hielo preparada para esta modalidad tan técnica.
En este contexto, sin precedentes ni referencias, encontrar jugadores capaces de competir en la esfera internacional cabría decir que sería un milagro, pero no un imposible. Una familia de Vitoria, los Vez, fue capaz hace ya unos años de alumbrar una camada de curlers que ahora mismo no sólo dominan la modalidad en el Estado sino que forman parte de los mejores equipos del mundo. La medalla de bronce conseguida por Irantzu y Sergio el pasado miércoles en el Mundial de Dumfrie (Escocia), la primera de España en su historia, es la evidencia más clara de que esta familia alavesa goza de un reconocido prestigio internacional a pesar de los escasos medios con los que cuenta.
Seis mundiales Al otro lado del teléfono desde Londres, donde esta pareja hacía ayer escala con destino a Loiu, la joven jugadora manifestaba una "grandísima ilusión" por haber conseguido un metal que no entraba en sus planes. El objetivo, señaló a DNA, era ganar cuatro partidos y quedar entre los 20 mejores -en el Mundial han participado 34 países-, algo que superaron con creces gracias a un juego "muy regular y una cabeza muy fría". A sus 21 años y una carrera (Medicina) a medio hacer, la joven ha tomado parte ya en seis Mundiales e incontables Campeonatos de España y de Europa, pero su verdadero reto, "el gran sueño", recalca, es competir en unos Juegos. A pesar de que el curling sí forma parte de la filosofía olímpica no lo es la modalidad de dobles mixtos, donde compite esta pareja de primos. "La Federación Mundial lo está mirando y podría darse el caso de que en Corea del Sur 2018 pudiésemos competir; eso sería lo más", concluye la vitoriana.