vitoria - El Baskonia atesora una columna vertebral reconocible para sus aficionados y todos sus rivales, conocedores de que el gran peligro azulgrana se concentra básicamente en la sociedad Heurtel-Pleiss y la casta del indomable Nocioni. Causeur y San Emeterio terminan de redondear el apañado cinco titular de un equipo que, sin embargo, carece de refrescantes alternativas en un banquillo donde las deserciones empiezan a resultar preocupantes ante la escasa pujanza de dos fichajes predestinados a dar un salto de calidad. Adam Hanga y Lamont Hamilton, reclutados para elevar la temperatura física azulgrana, están ofreciendo un rendimiento decepcionante.

Tras concretarse la prematura eliminación liguera del pasado curso ante el Gran Canaria, Josean Querejeta proclamó su ferviente deseo de dotar de músculo a un plantel demasiado liviano que en determinadas refriegas se arrugaba y no podía competir en el plano físico con determinados rivales. El club detectó rápidamente esos males y se puso manos a la obra para dotar al equipo de unos intangibles imprescindibles a la hora de competir con los transatlánticos de la ACB y la Euroliga.

A priori, el húngaro y el estadounidense constituían dos apuestas acertadas para hacer del Laboral Kutxa un conjunto áspero, fuerte, duro, con los muelles suficientes para candar el rebote en su propio aro y, en definitiva, que en el cuerpo a cuerpo se sintiese como pez en el agua. El húngaro y el estadounidense, dos de las sensaciones del último torneo doméstico, acreditaron en Manresa y Bilbao que respondían a la perfección a un prototipo de baloncestista del que había carecido el Laboral Kutxa y al que los clubes más poderosos recurren cada vez con más asiduidad.

Pues bien, cuando está languideciendo su primera temporada de militancia en el Buesa Arena, a nadie se le escapa que el papel de ambos está dejando un evidente poso de desencanto y frustración en todos los estamentos de la entidad vitoriana. Ni siquiera pueden apelar ambos a la baldía excusa de sus problemas físicos para justificar una aportación tan paupérrima. Es cierto que las lesiones padecidas por dos hombres de estas características ralentizan su puesta a punto y obligan a extremar la paciencia, pero ya han dispuesto de los encuentros y entrenamientos suficientes para adquirir un dulce estado de forma sin que Scariolo haya podido asistir todavía a una versión aceptable.

mala lectura del juego Su lucimiento hasta la fecha ha sido, más bien, escaso. En ambos jugadores, se echa de menos una lectura del juego más inteligente. Una cosa es que el físico represente su mejor virtud y otra muy distinta que les cueste horrores comprender los postulados básicos de un juego sin grandes misterios. Se diría que ninguno interpreta de forma adecuada las necesidades del Baskonia ni sabe escoger las opciones ideales en cada momento. El técnico italiano mantiene, eso sí, una fe ciega en sus posibilidades a tenor de su protagonismo en la rotación. Para hacer hueco a Hamilton, está sacrificando incluso los minutos de un joven como Diop que venía pegando fuerte.

Los defectos de ambos son visibles desde el arranque de curso. Hanga, con contrato hasta junio de 2017 y drafteado por los San Antonio Spurs, necesita perfeccionar su tiro exterior para dotar de mayor variedad de recursos a su caudal ofensivo. Sus temerarias penetraciones por la línea de fondo también son casi siempre el preludio de una pérdida inocente. Hamilton, blanco de las iras del público en el reciente derbi ante el Bilbao Basket cuya vinculación expira en 2015, irrita al personal por su querencia a jugar lejos del aro y no aprovechar su fornido cuerpo bajo los aros, aunque la tarea de reconducir ese pernicioso vicio resulta ya algo imposible a su edad.

Dos fichajes de calado cuyo aterrizaje se gestó bastante antes de la apertura del último mercado estival, por tanto, siguen sin responder a las expectativas. Para alimentar el desasosiego, cabe recordar que la tercera pata del banco (Walter Hodge) para convertir al Laboral Kutxa en un conjunto eminentemente físico fracasó sin paliativos y tuvo que hacer hace unos meses la maleta rumbo a su Puerto Rico natal.