Londres - El Chelsea de José Mourinho superó ayer, con un brillante planteamiento y jugando al contragolpe, al Liverpool en Anfield (0-2) Road y reabrió la lucha por la Premier a dos jornadas para el cierre del campeonato cuando los locales parecían tener todo perfectamente encarrilado para levantar el trofeo. La victoria deja al conjunto londinense en la segunda plaza, dos puntos por detrás de los reds, que mantenían hasta la tarde de ayer una extraordinaria racha de once victorias consecutivas en la Liga y vieron desvanecerse la oportunidad de dejar prácticamente sentenciada la Premier League.
El Manchester City, por su parte, aprovechó la coyuntura para sumar tres puntos en su visita al Crystal Palace (0-2) y colocarse también en la batalla por el campeonato. El conjunto entrenado por el chileno Manuel Pellegrini es tercero con 77 puntos, tres menos que los reds, pero suma un partido menos, por lo que si amarrara los nueve puntos que todavía deben disputar empatarían con los de Rodgers, con peor diferencia de goles.
Tres días antes de jugarse el pase a la final de la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid en Stamford Bridge, el Chelsea se plantó ayer en Anfield dispuesto a ahogar a la mejor delantera de la Liga inglesa, la del Liverpool, que lleva 96 goles hasta el momento. Los de Mourinho se dedicaron a cerrar espacios y a impedir que le llegaran balones al uruguayo Luis Suárez, por lo que Steven Gerrard se desesperaba en el centro del campo para tratar de que las interminables posesiones de los reds se concretaran en ocasiones de peligro.
Cuando parecía que el primer tiempo iba a terminar en tablas, el capitán del Liverpool resbaló en el peor sitio posible y le cedió el balón al francés Demba Ba, que encaró al portero Simon Mignolet y lanzó un tiro raso con el que selló el 0-1. Con ventaja en el marcador, los blues se dedicaron a amarrar el resultado, hasta el punto de que terminaron el partido alineando a tres centrales y dos laterales (Cahill, Ivanovic y el joven Kalas en el centro, con el navarro Azpilicueta y Ashley Cole en los costados).
Con el tiempo cumplido y el Liverpool atacando con desesperación, Fernando Torres, que había entrado pocos minutos antes al terreno de juego, condujo un balón en solitario hasta el área de Mignolet y lanzó un generoso pase hacia Willian para que el brasileño terminara la jugada, estableciendo el definitivo 0-2.
Ante el duelo europeo del próximo miércoles, Mourinho alineó en un encuentro en el que también había mucho en juego para sus intereses a diversos futbolistas que no podrán jugar ante el Atlético. Frank Lampard y John Obi Mikel, ambos sancionados en la Liga de Campeones, se situaron en el centro del campo acompañados por Nemanja Matic, que no puede disputar competiciones europeas con los "blues" este año, lo mismo que Mohamed Salah, que entraba ayer por la derecha.
El City no perdona Ya finalizado el duelo en Anfield Road, el Manchester City saltó al césped del Selhurst Park consciente de que una victoria volvía a situarle como favoritos para ganar la Premier League. Con esa idea muy presente en la mente, los entrenados por Pellegrini no tardaron más de cuatro minutos en marcar el primer gol, gracias a un pase cruzado de Touré que cabeceó perfectamente Dzeko a la red.
A pesar de la ausencia del canario David Silva, que se lesionó en la última jornada, durante el encuentro ante el West Bromwich (3-1 en el Etihad Stadium), el Manchester City controló desde el inicio el centro del campo. Touré, una vez más, se erigió como el verdadero cerebro del equipo, y poco antes del descanso sentenció el duelo con el segundo gol del conjunto de Manchester. El marfileño inició en el medio campo una jugada que pasó por Dzeko y el argentino Sergio Agüero antes de regresar a los pies de Touré, que entró al área por la izquierda para ningunear a dos defensas del Palace y cruzar un tiro con el que superó al portero argentino Julián Speroni, que nada pudo hacer para impedirlo
En su rueda de prensa tras tomar Anfield, Mourinho declaró que "no tenemos ninguna oportunidad. No estamos en la lucha. El campeón será el Liverpool o el City y no tenemos nada que celebrar". - Efe