vitoria - El balonmano español es desde ayer un poco menos divertido. Uno de sus actores más singulares en los últimos años, el vitoriano Iker Romero, anunció ayer de manera oficial su retirada una vez concluya la temporada, que apura estos días en el Füchse de Berlín. Su adiós pone fin a 16 años de exitosa trayectoria en la elite mundial donde ha sido capaz de amasar 19 títulos nacionales e internacionales (entre ellos aquel inolvidable Mundial de Túnez en 2005) que definitivamente le encumbran al Olimpo del balonmano español. Un lugar donde ya descansan figuras eternas como las de Cecilio Alonso, Enriq Masip, Juanín García, Lorenzo Rico o Talant Dujshebaev. La retirada de Romero se produce cuando el vitoriano está a punto de cumplir 34 años y mantiene, según sus propias palabras, un "muy alto" nivel de juego que le permite seguir conquistando títulos como el de la Copa de Alemania que la semana pasada levantó como capitán del conjunto berlinés. Sin embargo, y a pesar de las posibilidades reales de continuar en activo -sin ir más lejos recientemente desechó una oferta en firme procedente del Naturhouse La Rioja y otra de Catar-, el extrovertido lateral considera que el momento adecuado para la despedida era éste, un epitafio que adquirirá rango oficial el próximo 24 de mayo tras el encuentro que disputará su equipo con el THW Kiel.

En el argumento de su adiós han primado las razones personales sobre las deportivas y, desde luego, sobre las económicas. "Ha sido la decisión más difícil de mi vida. He pensado durante mucho tiempo qué hacer y qué era lo mejor para mí, para mi cabeza, mi corazón, mi cuerpo y mi familia, y he pensado que es el momento de volver con los míos", expresó ayer el vitoriano a través de un escueto comunicado.

Romero militaba en el Füchse de Berlín desde 2011, a donde llegó procedente del F.C. Barcelona, su hogar del alma durante ocho temporadas en las que se convirtió en el referente incontestable del Palau, ejerció de capitán, amasó una fortuna y lideró de paso la selección con la consecución del Mundial en Túnez. Antes de eso formó parte del Valladolid, el Ademar de León y el Ciudad Real.

'Coras' en el origen Y antes de eso, todavía, comenzó su andadura en Corazonistas, el lugar que lo acogió y formó en su etapa colegial. Un periodo "fantástico" del que aún conserva con orgullo la misma cuadrilla con la que competía en torneos escolares y olimpiadas domésticas. Ya entonces, recuerda Diego Martínez de Antoñana, actual coordinador de la sección de balonmano en Coras y uno de sus primeros entrenadores, se vislumbraba algo especial en la emergente figura del vitoriano. Uno de esos talentos innatos que surgen en contadas ocasiones y que pronto dio muestras de una personalidad y calidad fuera de lo común. Entrenadores como Antoñana, Antonio Aguirre, Carlos Regueiro o Juan Luis Arnedillo fueron testigos privilegiados de un diamante único al que solo había que cuidar. Nada más. Así que todos ellos se empeñaron en acompañar con tiento la progresión de un crío que por sí solo y con apenas nueve años era capaz de asumir y ejecutar acciones impropias de su edad.

Bajo el prisma de la excepcionalidad que representaba el joven Romero fueron transcurriendo los años hasta que a los 16, formando parte del equipo juvenil de primer año de Liga Vasca, se proclamó el máximo goleador de la categoría con casi 50 tantos de diferencia sobre el segundo. La proeza no sorprendió a nadie porque a esas alturas del partido, nada de lo que era capaz de ejecutar Iker sorprendía. Con estos antecedentes era cuestión de tiempo que alguno de los grandes de la liga Asobal se fijara en el descaro y el extraordinario gen competitivo de aquel chaval. Algo que ocurrió un año después, cuando se organizó en el polideportivo de Judimendi un maratón de 24 horas para fortalecer la imagen del balonmano alavés que tendría su punto álgido con un amistoso entre el Portland San Antonio y el Valladolid. La verdadera razón de aquella cita, sin embargo, fue presentar en sociedad a la perla del Corazonistas a través de varios amistosos que, evidentemente, llamaron, y mucho, la atención de los técnicos llegados a Vitoria desde Pamplona y Valladolid. El joven vitoriano hizo lo que sabía y al final del encuentro se cerró un acuerdo verbal para que el jugador militara la próxima temporada en la máxima categoría bajo las filas del histórico conjunto pucelano. Su primer contrato profesional llegaba a los 17 años. Fue el preludio de una carrera fulgurante que ahora toca a su fin. Justo en el mejor momento. Pero así lo dejó escrito hace ahora justo un año, cuando avisó que nunca trataría de arañar más tiempo del necesario para concluir su carrera.

Quién

Iker Romero (Vitoria, 1980).

Clubes

Corazonistas.

Balonmano Valladolid (97-00).

Ademar León (00-01).

Balonmano Ciudad Real (01-03).

F.C. Barcelona (03-11).

Füchse Berlin (11-14).

Palmarés por clubes

Con el Barça: 2 Champions (05 y 11), 1 Supercopa de Europa (04), 2 Asobal (06 y 11), y 4 Copas del Rey (04, 07, 09 y 10).

Con el Ciudad Real: 2 Recopa de Europa (02 y 03), 1 Copa (03).

Con el Ademar: 1 Asobal (01).

Con el Füchse: 1 Copa (2014).

Palmarés con la selección

Subcampeón mundial Júnior (01).

Oro Mundial (Túnez, 05).

Bronce Mundial (Suecia, 11).

Subcampeón de Europa

(Suiza, 2006).

Medalla de bronce en los JJOO de Pekín 2008.

El actual capitán del Füchse alemán justificó su adiós por razones personales: "He pensado durante mucho tiempo qué hacer y qué era lo mejor para mí, mi cabeza, mi corazón, mi cuerpo y mi familia".

Con la camiseta de la selección española disputó el vitoriano casi 200 encuentros, logrando entre ellos hitos como el Oro Mundial de 2005 en Túnez, el Bronce Mundial en Suecia seis años después o una medalla de bronce en los JJOO de Pekín'08.