Vitoria - El Casco Medieval para un deporte del medievo. Un escenario sin duda con poso histórico para tratar de rescatar de las tinieblas mediáticas un deporte poco acostumbrado al foco. Así y todo, cuenta en Vitoria con unos 60 devotos dispuestos a preservar ese noble arte de la esgrima que el año que viene, Maroto mediante, estrenará nueva sede en el polideportivo de Salburua.

¿En guardia?

-Listos, ¡vamos allá!

Dígame en primer lugar qué significa para usted la esgrima.

-Es mi deporte, ni más ni menos. Creo que cada uno de nosotros tiene su deporte especial con el que disfruta de una forma que no consigue con otros. Un deporte en el que nunca se aburre, ni siquiera en los más repetitivos ejercicios técnicos, y sobre el que le encanta aprender cualquier cosa. En mi caso ese deporte es la esgrima.

¿Qué le aporta, qué le da?

-Llevo practicándola desde los 15 años, así que la esgrima ha tenido tiempo de enseñarme muchas cosas: a ganar, a perder, a mantener la calma en momentos difíciles, a controlar mi ansiedad, a no subestimar al adversario... Todavía hoy me da una lección en alguna de estas materias. Siempre fui un alumno terco.

¿Sabría decirme quién la inventó?

-Sé que la actual esgrima deportiva nace a finales del XIX basándose en tratados escritos durante la Edad Media y Moderna con una finalidad práctica. Pero no sabría decirle si este proceso contó con una figura destacada.

¿Y por qué le dio por ahí o quién tuvo la culpa?

-La culpa la tuvo George Lucas, claro. En el verano de 1999, para un aficionado de las viejas películas de Star Wars como yo era imposible elegir un deporte en el que no hubiera espadas. Dudé entre kendo y esgrima...

Antes de ese 'momento Skywalker', ¿a qué jugaba de pequeño?

-Con mis amigos solía jugar a fútbol. Era malísimo pero me lo pasaba en grande. Soy seguidor de Osasuna y sigo con regularidad lo que pasa en otras ligas, pero, vamos, resultados, clasificaciones, jugadores y poco más. Admito que no tengo mucha idea. Con nueve o diez años creo que también practiqué judo como deporte extraescolar, pero no me enganchó.

Para un defensor de una disciplina individual como usted, ¿los deportes de masas son una borregada?

-No creo. A mí me gustan, son un espectáculo como otro cualquiera, una forma de pasar el rato. Entiendo que el prejuicio general dice que como practico un deporte minoritario, y más con las connotaciones de la esgrima, no me interesan los de masas, incluso que reniego de ellos. Pero nada más lejos de la realidad. Eso sí, tengo cierta envidia sana de estos deportes por la cantidad de seguidores que tienen. ¡Ojalá la esgrima suscitara ese interés!

¿Es la esgrima un deporte trasnochado, de otra época?

-En absoluto, creo que es simplemente un deporte desconocido o, mejor dicho, conocido sólo por ciertos tópicos románticos.

¿Ni tampoco para finolis?

-Éste es otro de los tópicos, ya que tradicionalmente ha estado vinculado a la educación de las clases altas. En realidad la esgrima es un deporte de contacto en el que te llevas demasiado a menudo un buen moratón e, incluso, algún rasguño. No sé yo si esto entraría dentro de la definición de "finolis"...

¿Cuánta gente y de qué edades lo practican en Vitoria?

-Ahora mismo en torno a 60 personas (aproximadamente 30 federados y 30 chavales en edad escolar) de entre 8 y 60 años. Dado que el físico no es un requisito indispensable, al menos dentro del nivel en que nos movemos en ámbito regional y autonómico, tiene la ventaja de que puedes seguir practicándolo incluso en edades avanzadas.

¿Y tiene futuro?

-Todo el futuro que queramos darle, tanto nosotros como las instituciones públicas. Ahora mismo estamos creciendo y pretendemos continuar con esta progresión. En 2015 el Ayuntamiento nos cederá un amplio espacio en el polideportivo de Salburua para usarlo como sala de esgrima. Es un paso importante que nos permitirá desarrollar nuestra labor en mejores condiciones. No obstante, no podemos olvidarnos que somos un deporte muy minoritario que necesita un continuo apoyo de las entidades públicas para subsistir.

¿Por qué piensa que no llega a la gente?

-A la gente al poner las noticias le hablan sobre todo de fútbol, algo de baloncesto y motor y de algún otro deporte si un español o un vasco ha ganado algo reseñable. Ésos son los deportes que llegan a la mayoría y los que tienen ídolos tangibles. Los niños se apuntan a un deporte para ser como Messi, Nocioni o Nadal. Entiendo que al final se habla de lo que suscita interés, por supuesto. Y los deportes minoritarios importan a muy pocas personas. Con esto no quiero echar balones fuera y decir que todo es culpa del tratamiento que recibimos en los medios, en absoluto. Somos nosotros, los que nos ocupamos de este deporte, en buena parte los responsables de que la gente no sepa que hacemos esgrima en esta ciudad. Cuando les comento a personas que acabo de conocer cuál es el deporte que practico, me suelen mirar extrañados y me preguntan: ¿Ah, pero eso se hace aquí? Si no lo saben es porque nosotros fallamos en algo. Y es aquí donde debemos incidir más.

¿Qué presupuesto maneja la Federación Alavesa de Esgrima?

-Un presupuesto modesto, la verdad. Probablemente uno de los más bajos entre las federaciones alavesas.

¿Y eso para qué o cuánto da?

-Con este dinero organizamos nuestras competiciones territoriales, alguna de ámbito autonómico (incluido el Campeonato de Euskadi de espada), ayudamos económicamente a los tiradores que se desplazan fuera de Euskadi a competir, así como a los federados que se quieran formar como técnicos y árbitros, reparamos y compramos algo de material y realizamos labores de difusión. No hay para mucho más, pero somos conscientes de los tiempos que corren y de que somos una federación pequeña.

¿Es usted de esos que no le importaría haber nacido en otra época, pongamos la de los espadachines tipo 'Los tres mosqueteros'?

-La verdad es que, a pesar de que me apasione la Historia (o precisamente por eso), me siento muy afortunado de haber nacido en este lugar y en esta época. Tengo muy claro que una cosa es la visión ideal, romántica, que tengamos sobre una época concreta y otra cómo sería vivir realmente allí. Es fácil querer vivir en la Francia del siglo XVII mientras lees a Dumas sentado en un cómodo sillón y en la seguridad de tu casa.

¿Cuántas bromas les han gastado a este respecto?

-Bastantes, y parten de los tópicos que le mencionaba antes. La gente en general desconoce en qué consiste realmente este deporte.

¿Cuándo no entrena a qué se dedica?

-Doy visitas guiadas a escolares por diversas zonas de Vitoria y clases de esgrima, trabajo en mi tesis doctoral y hago la vida social que me permite mi tiempo libre y mi economía.

¿Cuánto cuesta el traje y los complementos para poder practicar esgrima?

-La equipación completa más barata, en la que se incluyen careta, chaquetilla, pantalón, guante y espada, rondará los 130 € (y unos 1.000 € la más cara). Puede parecer caro pero es un material que, salvo la espada, te va a durar muchos años. Por otro lado, los clubes suelen dejar este material a sus iniciados para que vayan comprándose la equipación poco a poco.

¿Con qué deportista le gustaría batirse en duelo...?

-Para tener alguna posibilidad diré a algún deportista de otro deporte: Pablo Prigioni, Juan Carlos Ferrero o Raúl García, por ejemplo.

¿Y a qué político le daría un buen tocado?

-A cualquiera que no cumpla con la ejemplaridad que debe exigirse a su cargo.

¿Por qué van siempre ustedes de blanco?

-En los orígenes de la esgrima moderna no había los medios para señalizar los tocados que tenemos ahora (en los que se emplea la electrónica) por lo que se utilizaban tizas de colores sobre la ropa blanca para dejar claro que se había producido el tocado. Creo que ésa es la razón.