Vitoria - Cuando la empresa alavesa Grado Cero, especializada en implementos para excavadoras y fundada a principios de los 90, Cyril Despres era sólo un adolescente que soñaba con las carreras de motos. Cuando el responsable de la fábrica, Javier Aracama, ideó en 2008 el Xcentric Ripper -un implemento similar a un martillo hidráulico- y lo registró como patente mundial, el piloto francés ya era una leyenda del Dakar. Ayer ambos protagonistas unieron sus caminos después de que la firma alavesa se convirtiese este año en patrocinador del motorista galo en la última edición de la gran cita del motor. Ahora, Xcentric Ripper es una referencia en su sector a nivel mundial y Despres también lo es de su deporte, con cinco títulos del Dakar en su poder. En agradecimiento a su apoyo, el piloto visitó ayer a los trabajadores de la empresa en Júndiz. Para entender cómo una compañía vitoriana llegó a patrocinar a un motorista del Dakar hay que acudir a la intrahistoria. Y ahí es donde entra en escena Michael Metge, el mochilero. "El padre de Mika trabaja en una cantera y tiene relación con nuestro distribuidor en Francia. A nosotros nos interesaba tener presencia publicitaria en Sudamérica y al final decidimos patrocinar a Despres", explica Beatriz Díaz Ruiz de Arbulo, del departamento de exportación de XCentric Ripper. La asociación de excavadoras y motos para Despres es lógica: "Nuestro deporte es duro y hay que ser resistentes, como estas máquinas". Una vez sellado el pacto, el piloto y su mochilero se tomaron a pecho eso que Andrés Montes llamaba "vender el muñeco" y cada noche, tras las etapas, mandaban mensajes y vídeos a sus patrocinadores con la información de la jornada. "Desde aquí se seguía todo con mucha atención. Todos lo sentimos un poco nuestro". Tras abandonar la prueba por un problema mecánico, Despres aprovechó su cercanía por unos entrenamientos para visitar a sus patrocinadores. Pero no a los jefes del negocio. A los trabajadores en sus puestos de trabajo. "Venimos a que la gente nos conozca, pero también para ver cómo trabajan porque nos gusta mucho la mecánica". Preguntas al piloto por sus experiencias, pero también el propio Despres a los trabajadores. Quizá alguna de las enseñanzas que se llevó le sirva si hay problemas en pruebas futuras. Un ídolo cercano que ayer se paseó por Vitoria.