Herning (Dinamarca). La selección francesa reivindicó su condición de mejor equipo del mundo y quizás de la historia, al lograr ayer su tercer título de campeón de Europa. Dinamarca, convencida de que iba a quitarse en casa la espina de su debacle en la final del Mundial de España (35-19), sufrió una nueva humillación, ya que Francia dominó de principio a final, arrancando con un 4-12 y manteniendo hasta el final ventajas entre 8 y 10 goles.
DINAMARCA Landin; Lindberg (6), Sondergaard (1), M. Hansen (9), Larsen (1), Eggert (1) y T. Hansen (1) -equipo inicial- Green (ps), Mogensen (2), Christiansen (2), Thomsen, Spellerberg (2), Knudsen, Noddesbo (3), S. Hansen y Mollgaard (4).
FRANCIA Omeyer; Abalo (7), Porte (9), N. Karabatic (5), L. Karabatic, Sorhaindo (2) y Guigou (10) -equipo inicial- Dumoulin (ps), Fernandez, Anic, Narcisse (6), Joli, Nyokas (2), Honrubia, Grebille y Accambray.
Marcador cada cinco minutos 1-3, 4-7, 4-11, 6-15, 10-19 y 16-23; 18-27, 21-29, 24-32, 25-35, 29-39 y 32-41.
Árbitros Raluy y Sabroso (ESP). Dos minutos a T. Hansen (2), Mollgaard, Anic, Abalo y Porte.
Pabellón Jyske Bank. 14.000 espectadores.