HERNING. Le costó a España casi veinte minutos romper el partido ante Macedonia, huérfana de Kiril Lazarov.. Las imprecisiones de los de Manolo Cadenas metieron en la pugna a un conjunto peleón pero sin futuro en el Europeo. Los macedonios sorprendieran con los desdoblamientos desde los extremos y los pases a los pivotes Stoilov, el mejor de su equipo ayer, y Dimovski. Tras veinte minutos de tira y afloja, el cierre de la defensa y la apertura del juego en ataque, en el que Aginagalde era el faro y Cañellas un puntal, fue clave. Sierraestuvo enorme bajo palos para alcanzar cierta tranquilidad en el luminoso.