Madrid. La selección española de balonmano debuta hoy (18.15 horas, Teledeporte) en el Europeo de Dinamarca ante la competitiva pero disminuida Hungría, con la intención de lograr una primera victoria casi obligada. Los Hispanos aspiran a sumar un necesario primer triunfo en el siempre complicado estreno en un gran campeonato, al que llegan además con vitola de favoritos por su condición de campeones del mundo, mérito logrado hace un año en Barcelona.
Ante un debut que se presentaba complicado por la condición siempre de hueso duro de roer de los húngaros, la tarea se ha allanado un poco por la sensible baja que tendrá en sus filas Lajslo Mocsai, que no podrá contar para este torneo con su gran estrella, el lateral Laszlo Nagy. El exjugador del FC Barcelona se lesionó en la Liga de Campeones con su equipo, el Veszprem, y un problema en la rodilla le ha impedido llegar a tiempo, mermando sensiblemente a un equipo que pierde no sólo a su líder sino a su gran referencia ofensiva. De todos modos, España también tendrá hasta última hora la duda de Julen Aginagalde, y no se puede fiar de un rival que tanto en las competiciones de clubes como de selecciones da la talla y que cuenta con una rocosa y física defensa que todavía puede complicar las cosas. De hecho, sin el estelar lateral, arrancó ante España un empate a 24 goles en el último Europeo, y con él, sumó derrotas en los Juegos de Londres (33-22) y en el pasado Mundial (22-28), y en dos amistosos en suelo húngaro en noviembre (26-30 y 24-29). Por ello, para atacar el duro 6-0 de Hungría, donde Nagy también aportaba bastante, el combinado de Manolo Cadenas tendrá que tener paciencia en lo que continúa siendo su principal defecto, el lanzamiento desde fuera, aunque la gran baza continúa siendo el contragolpe, lanzado por la buena defensa, que debe mantener el nivel exhibido hace un año y en los amistosos ante Suecia para poder aspirar a todo. Manolo Cadenas, que debuta al frente de la selección en una gran cita, tras sustituir a Valero Rivera, asegura que la sensible baja del portero Arpad Sterbik y los problemas físicos de Julen Aginagalde no deben rebajar el nivel de exigencia de los Hispanos: "No hay un objetivo mínimo en este Europeo, no hay límite. Tenemos que luchar por ser campeones, y el equipo llega a un buen nivel, con una forma de jugar, una filosofía y una gran estructura como equipo".