grenoble. El piloto alemán Michael Schumacher continúa en estado crítico pero estable, señaló ayer la portavoz del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, que avanzó que no está previsto dar ninguna conferencia de prensa sobre su estado de salud antes de mañana. Sabine Kehm afirmó que la cámara que llevaba en el casco Schumacher cuando se estrelló contra una roca mientras esquiaba en un área fuera de las pistas de la estación de Méribel, en los Alpes franceses, ha sido entregada voluntariamente por la familia a los investigadores.

Los servicios médicos que atienden al expiloto en el hospital universitario de Grenoble desde que ingresó allí hace una semana, unas horas después de sufrir el accidente, no han emitido ningún parte médico desde el pasado martes. Entonces, tras reiterar que se encontraba en coma inducido e informar de que había sido sometido a una segunda intervención para reabsorber uno de los hematomas que se le había formado en el cerebro, se anunció que no habría una nueva comunicación hasta que no se registrara un cambio significativo en su estado.

La atención en este caso se ha desplazado desde el sábado a la cámara que se supo que llevaba Schumacher en el casco, y que la familia había guardado celosamente desde el momento del siniestro. En espera de que se sepa si esa cámara pudo grabar el momento en que se produjo el choque que rompió el casco y que ha dejado entre la vida y la muerte al alemán, la cuestión que se plantea son las eventuales responsabilidades y las consecuencias financieras que tendrían.

En ese contexto, cobran particular relevancia las versiones sobre el desarrollo de los hechos, en primer lugar sobre si el límite de las pistas estaba adecuadamente balizado, ya que el punto donde se produjo la caída de Schumacher estaba en un espacio exterior, pero a sólo unos metros de un cruce entre dos de esas pistas, una roja y otra azul.