Buen partido el que pudimos ver el jueves en el pabellón Martín Carpena de Málaga. Se encontraron dos equipos con dos tipos de juego muy diferente. Dos formas antagónicas de ponerlo en práctica. El Baskonia utilizando el tiralíneas, la escuadra y el cartabón para hacer triangulaciones desde el pick and roll; utilizando las fintas de pase y de tiro para atraer al defensor y asistir a un compañero mejor colocado; abriendo ángulos para jugar con Pleiss ganando la posición en medio de la zona; sacando la pelota rápida cada vez que aseguraban el rebote defensivo para hacer contraataques en superioridad numérica. Un Baskonia con una estructura de equipo para jugar alegre, en transición, con prácticamente todos los jugadores jugando más allá de la línea de 6,75, exceptuando cuando está en cancha Tibor.

El Unicaja, por el contrario, al ser un equipo mucho más físico, utilizó sus armas acercándose al aro baskonista posteando, penetrando o cargando el rebote una y otra vez; un equipo el malagueño mucho más cuadriculado en el ataque, con sistemas mucho más largos y estructurados que no dejan excesivo margen para el altruismo. El Unicaja está pensado para destruir a los contrarios a base de intensidad, agobio defensivo, musculatura y rotaciones interminables. El jueves, por suerte para los nuestros, salió victorioso el baloncesto directo, el de la utilización de un pase más para buscar mayores ventajas y el de posesiones cortas cuando la ventaja era evidente.

Observé un equipo, el vitoriano, sin miedo, con las ideas claras, con todos los jugadores aportando cosas positivas independientemente de los minutos que disfrutaron, agresivo a pesar de empezar mal y con ganas de ir a por el partido. El trabajo de Heurtel me pareció muy bueno. Quitando un par de tiros forzados, el resto de cosas que intentó le salieron bien. Jugó con criterio todas las situaciones de pick and roll. Armó su tiro letal cuando más débil sintió a la defensa contraria. Y se inventó pases a los lugares donde no pudieron llegar los malagueños. Heurtel es un jugador que le hemos criticado mucho pero también hay que aplaudirle y reconocerle el buen trabajo cuando lo hace. Y el jueves estuvo más base que nunca.

San Emeterio cada día que va pasando está sacando su mejor versión. La efectividad en el tiro que tiene con los dos pies en el suelo cada vez se está acercando más al suyo y poco a poco las defensas van reconociendo al mejor San Eme. Luego a pesar de que todos saben que su derecha en las penetraciones hay que quitársela para que bajen sus porcentajes, de una manera u otra siempre consigue llegar al lugar que más le conviene.

La vuelta de Pleiss la he cogido como una bendición. Es verdad que últimamente se carga de faltas rápido y que le impiden tener regularidad en minutos. Pero sigue siendo un jugador de 2,16, con dos manos hábiles y que provoca mucho desconcierto en las defensas rivales. El resto de jugadores también demostraron un gran nivel. Unos con trabajo e intensidad defensivo. Y otros destacando más en labores ofensivas.

Para terminar, dar la bienvenida a Giuseppe Poeta, el nuevo jugador baskonista que viene a cubrir una carencia en el equipo por todos vista, la de director de juego. Ahora falta saber si eso va a suponer alguna salida o cesión de algún otro jugador. En las próximas horas o días seguro que habrá movimientos.