Vitoria. Si en el plano deportivo 2013 ha estado marcado por el ascenso, en el plano social también se han producido diversos movimientos en el club: se afrontó un nuevo relevo en el sillón presidencial, la mayoría accionarial quedó en manos de Avtibask, se suscribió un relevante convenio de colaboración con el Aurrera y se rompió las relaciones con el Athletic al considerar que el club bilbaíno cometió "injerencias" en su fútbol base.

Lejos quedan ya en la mente esos años anteriores de requiebros económicos, deudas, ampliaciones de capital y dudas que en un principio comandó Avelino Fernández de Quincoces, presidente que el pasado 27 de septiembre abandonó el cargo tras más de dos temporadas al frente del club. El elegido por Josean Querejeta fue Alfonso Fernández de Trocóniz, hasta entonces hombre en la sombra del club. Al mismo tiempo, Manu Mendi y Rafa Pedreira pasaban a formar parte de la directiva. El relevo presidencial suponía el último paso en el nuevo organigrama del club, que se fraguó en la junta de accionistas de 2012 y que se completó en verano con la salida de la familia Ortiz de Zárate del accionariado. La parte correspospondiente a Francisco Javier y Fernando, enfrentados a Querejeta por su modelo gestor, la adquiría Avtibask, que desde de julio controla el 82% de las acciones.

En guerra con el Athletic Ese pacto para la salida de la familia Ortiz de Zárate fue el penúltimo servicio de Fernández de Quincoces al club. El último, la suscripción del convenio de colaboración con el Aurrera después de décadas de desencuentros. Precisamente fue ese convenio el origen de la guerra que aún sigue abierta con el Athletic, con el que se rompieron relaciones en octubre. Los desencuentros entre ambas entidades trajeron cola desde verano, pero la cuerda se rompió cuando el Alavés consideró que los técnicos del fútbol base rojiblanco en Álava habían cometido injerencias con la cantera albiazul. Querejeta dio por rotas las relaciones al no recibir ni explicaciones ni disculpas por parte de su homólogo en Bilbao, Josu Urrutia.