bilbao. "Esta Liga yo casi que la cuento de 2014", admite Pablo Fusto (Buenos Aires, 04-VI-1980). Lo dice después de verse con ella en el bolsillo y haber sufrido para conseguirla. Y es que, al campeón no le pusieron las cosas nada fáciles ni Esteban Gaubeka ni Imanol Ibáñez, pero un último set de ensueño, con él como un estilete de potencia extrema y Mikel Aierbe jugando perfecto redondearon su año. 2013 tiene acento argentino. "No tuvimos las cosas fáciles en la final de la Liga, yo la calificaría de irregular. Esteban e Imanol hacen mucha pareja y a nosotros nos costó", recuerda el bonaerense mientras mira el retrovisor. "Si Mikel juega bien, me da confianza y yo entro más. Eso pasó en el último juego", manifiesta. Aun así, el calendario de Pablo está asfaltado de victorias: primero, el Parejas; después, el Individual, por segunda vez consecutiva, un buen verano y la txapela de la Liga de Pala y un asiento de honor en la final del torneo Bizkaia que se juega este sábado en la cancha bilbaina. Todo un hito. "En materia deportiva ha sido un buen año. He ganado el Individual, el Parejas y la Liga; me queda un poco pendiente el Open Innternacional, pero tuve la desgracia del fallecimiento de mi padre y me tuve que ir a Argentina", espeta.
La receta de Pablo -un palista distinto, que rompe los partidos con una zurda de arriba que es capaz de desmontar a cualquiera- reside no obstante en el trabajo. "Para la edad que tengo me mantengo muy bien", dice. Aunque lo cierto es que lleva dos años en un estado físico envidiable: muscularmente está perfecto y tiene una resistencia envidiable. "Me encuentro muy bien, me entreno muy bien y yo creo que es la constancia lo que hace que esté ahí arriba", declara el bonaerense, quien agrega que "quizás tiene más importancia el Mundial Individual y el de Parejas por el nombre que tienen, pero yo le doy igual importancia a la Liga, al Bizkaia, al Open Innternacional y a los encuentros que jugamos en verano. La clave es esa, no relajarse. Para estar arriba tienes que salir a por todas en todos los partidos".
Así las cosas, el argentino justifica estos últimos años desde que empezó con Innpala, en los que suma dos txapelas del Individual, una del Parejas, una del Open Innternacional y tres de la Liga, entre otras, que el éxito se debe a "rachas que tenemos todos los deportistas". "Ahora estoy bien, pero creo que a la racha se suma mi constancia en los entrenamientos, que me cuido con las comidas y todo el trabajo que llevamos detrás", determina y apostilla que "estos años fueron míos, pero los siguientes serán de otros. Yo no se lo pondré fácil".
años espectaculares Cuando echa la vista atrás, Pablo Fusto observa que desde que salió a la cancha tras el parón de la pala profesional por el cierre del Deportivo las cosas han rodado. El leño es suyo. Un vaticinio fue que debutó en el Bizkaia con Ibargarai en lo alto del podio del torneo Aste Nagusia. "Para mí estos dos años han sido espectaculares", especifica. "Mi intención para el año que entra es mantenerme y seguir preparándome para el Individual. Quizás empiecen a entrar caras nuevas de nivel en la empresa y será un desafío nuevo", revela el delantero argentino, que concluye que "lo más difícil es ser constante y mantener el hambre después de ganar todo seguido. Como se dice: un pelotazo bueno, al rebote, lo tenemos todos, pero lo que marca la diferencia es tirar diez pelotas al rebote en un tanto. Hay que sufrir".