GETAFE Moyá; Valera, Alexis, Lisandro, Escudero; Borja, Mosquera; Pedro León, Diego Castro (Sarabia, min. 71), Lafita (Gavilán, m. 80); Ciprian (Colunga, min. 60).

BARCELONA Pinto; Dani Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets (Bartra (min. 87), Sergi Roberto, Iniesta; Alexis, Cesc Fabregas (Song, min. 85) y Pedro (Tello, min. 80).

Goles 1-0, min. 10: Escudero; 2-0, min. 15: Lisandro; 2-1, min. 35: Pedro; 2-2, min. 42: Pedro; 2-3, min. 43: Pedro; 2-4, min.67: Cesc; 2-5, min. 71: Cesc, de penalti.

Árbitro Undiano Mallenco (Comité Navarro). Mostró amarilla a Alves, Piqué y Busquets por parte del Barcelona y a Mosquera y Lisandro por parte del Getafe.

Estadio Coliseum (8.000 espectadores).

GETAFE. Un gran partido de Pedro sostuvo en el liderato al Barcelona, que ganó 2-5 al Getafe en una goleada engañosa, en la que el canario hizo en ocho minutos un triplete que sirvió a los culés para remontar un marcador adverso de dos goles.

El Getafe tuvo en sus manos una oportunidad única de sorprender al conjunto azulgrana. Jamás se había visto en una parecida, con un 2-0 a favor en el marcador y con su rival grogui, aturdido, perdido y devorado por sus fallos. En quince minutos pasó de un posible 3-0 al 2-3, con una aparición salvadora de Pedro Rodríguez, que dio un golpe de encima de la mesa para alcanzar la cifra de siete goles en seis partidos.

Antes del encuentro, nadie en el Getafe se fiaba de las bajas de Neymar, Lionel Messi, Xavi Hernández y Víctor Valdés. Son cuatro futbolistas básicos y determinantes en el esquema del equipo de Gerardo Martino. Pero sus sustitutos aún destilan mucha superioridad para los futbolistas del club del sur de Madrid. Con el tridente atacante formado por Cesc Fabregas, Pedro Rodríguez y Alexis Sánchez y con el regreso del brasileño Dani Alves después de un mes parado por una lesión, el Barcelona saltó al terreno de juego con una indolencia impropia para un club que lo ha sido todo en el fútbol español de los últimos años.

El Getafe vio cómo Cesc sentenciaba la historia con dos goles, el segundo de penalti. Fue el hundimiento para los hombres de Luis García, que sufrieron un castigo excesivo y desperdiciaron, con su impaciencia y con errores de principiante, un partido que pudieron ganar.